Ahora que se está grabando en el Centro Histórico del Distrito Federal, la nueva cinta de Bond, James Bond, el Agente 007, se nos viene a la mente que Nuevo Laredo requiere también de una chica Bond en el Congreso de la Unión, pero una chica Bondojo.
Esta región fronteriza, necesita en la Cámara baja, de una mujer valiente, luchona, alguien similar a las féminas del barrio bravo de Bondojito, de la capital del país.
Una mujer que se la parta por los suyos y no que sólo vaya a ir a partir y repartir el pastel entre los vivales legisladores.
Todo esto viene a colación, porque ya van a empezar sus campañas proselitistas Laura Zárate y Yalheel Abdala, para conseguir la diputación federal.
Y si sólo citamos a las dos damas, de los 10 candidatos que hay en la baraja, es porque a decir por el apoyo de sus respectivos partidos –y no por ellas-, son quienes lucen para que una, nos represente.
Esperamos que gane la menos peor, que triunfe la más peleadora, la más fajadora y no la que tenga más fajas.
Que la que salga victoriosa en las urnas el siete de junio, desquite la grosera dieta económica que le otorgará la curul en la que va a aposentar su anatomía, quizá por los siguientes tres años.
Y decimos quizá por los tres años venideros, porque, hoy, el 22 por ciento de los actuales diputados federales, o sea más de 100 de los 500 legisladores, dejaron San Lázaro, para buscar otro hueso en sus entidades.
¡Ándele! Tal y como lo acaba de hacer Laura Zárate Quezada, quien aventó al PRI, luego se fue al PAN para llegar al Congreso local de Tamaulipas, al que también abandonó apenas pasado un año, para ir por un escaño federal.
De Yalheel Abdala, decimos que ella no está para pagar adeudos de sus antepasados, mucho menos por lo que no hicieron o dejaron de hacer en el Congreso de la Unión.
Pero al menos la queremos más combativa -de ganar el escaño federal- que lo que fue su gris paso por el Cabildo local.
CUAL PERRA DE PRESA
Perdonando la comparación tan salvaje o tan silvestre, Nuevo Laredo, luego de ver con tristeza y desesperación el desfile de decenas de diputados federales –incluidas dos mujeres que pasaron sin pena, ni gloria- ya merece un diputado federal que sea un auténtico can de pelea, o una perra de lid.
Alguien que nos represente dignamente, que pelee por nosotros, no queremos a chicas envueltas en telas de diseñador, burdas copias de la flema bretona, mucho menos que se den aire de pertenecer a la realeza de Gales, ni tampoco chicas Bond, sino chicas Bondojo, sin cuidar las poses, ni arreglarse el vestido a cada paso.
CON UNA, VAMOS DE GANE
“Voluntad y capacidad para generar acuerdos”, con una de tales facultades o condiciones que reza el lema de la Cámara baja, que tenga nuestra próxima o próximo diputado federal, nos damos por bien servidos los nuevolaredenses.
Sí que triste conformismo el nuestro, pero ya en plan rabonero y obligados por las circunstancias y la canija historia que arrastramos, de nuestro próximo legislador(a), anhelamos que haga bien una de las dos, porque sería abuso el pedir por la voluntad y la capacidad.
Repetimos, según nos lo refleja la nefasta historia de gente que hemos tenido allá por 36 meses y en todo momento de ese largo tiempo, burlándose de nosotros los de acá de su ciudad fronteriza, definitivamente que sería pedirle peras al olmo, el que tuvieran a la vez, tanto voluntad, como capacidad.
Que gane la mejor, el mejor u lo que sea, pues ya con esta diversidad, uno tiene que incluir a todos, si no lo acusan de machista, misógino, sexista, homofóbico y quién sabe cuántas cosas más.
Que sea una chica Bondojo o un Agente 007, pero que estos últimos dígitos no sean sinónimo de las cifras que buscarán embolsarse o por las cuales venderán la causa.
Señoritas, señores contendientes, si van a ser unos mercenarios, entonces sean como todos los diputados que hasta ahora hemos tenido, o sea, que “las den” por sólo por 003 monedas y no por 007.
Enhorabuena para todos, los 10, y que gane el aspirante menos peor.