A menos de dos meses de las elecciones tengo pocas dudas de quién gobernará Nuevo León. Lo único que no está claro es cuántos puntos serán la diferencia entre el primero, segundo y tercer lugar, aunque todo parece indicar que el candidato del PAN se irá a la cola.
Ivonne Alvarez García, la candidata del PRI y partidos aliados, aparece arriba en todas las encuestas, las serias, las poco y las nada serias, pero atrás de ella está el independiente Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como “El Bronco”, un ex priista que hará historia aún perdiendo.
Caso contrario, sólo ganando Alvarez García pasaría también a la historia porque nunca ha habido una mujer gobernadora en Nuevo León.
Hace seis años el actual gobernador Rodrigo Medina de la Cruz triunfó por una diferencia de 5 puntos ante el panista Fernando Elizondo Barragán, y en esta ocasión podría suceder lo mismo. Será una elección cerrada con “El Bronco” que amenaza seriamente al bipartidismo.
Aunque de amenaza ya pasó a ser una realidad porque el abanderado de Acción Nacional, Felipe de Jesús Cantú, está desinflado y muy lejos de los 40 puntos que obtuvo Elizondo Barragán en 2009.
Hay encuestas como las de Hora Cero que en febrero y marzo retrataron que la preferencia de voto del independiente oscilaba entre 22 y 29 puntos, mientras El Norte registró un aumento de 7 puntos en ese mismo periodo.
Las dos empresas coincidieron en que Alvarez García está en primer lugar con 32.8 por ciento de Hora Cero y 33 de El Norte.
La aceitada maquinaria tricolor pudiera ser la diferencia a favor de la senadora con licencia, porque “El Bronco” apuesta a un apático segmento de posibles votantes de entre 21 y 25 años de edad que tradicionalmente no vota. Que están dormidos, desmañados o están viendo un partido de futbol.
Pero hay un ingrediente que podría ser factor y que los candidatos y los estrategas esperan, unos que suceda y otros no, el 7 de junio: las ganas de ir a votar como sucedió en 2000 a favor de Vicente Fox Quesada.
En menos de 60 días veremos cuál de los capítulos se escribirán en Nuevo León. En serio, así se disfruta mejor la democracia.
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