Vicente Fox ni su retrato pagó como presidente. El cuadro tamaño natural que cuelga sobre una de las paredes de la Galería de los Presidentes de Palacio Nacional en honor al panista guanajuatense, hasta julio pasado no había podido ser cobrado por la artista que lo pintó.
Nati Cañada, retratista de la realeza y jet set españoles y de los Nobel Gabriel García Márquez y Camilo José Cela, realizó tres óleos para Fox en 2004: dos del entonces inquilino de Los Pinos solo y uno más de éste con su esposa, Marta Sahagún.
No obstante, ofreció cobrarle sólo uno, el de mayor formato, que desde hace año y medio se exhibe en la galería histórica del Poder Ejecutivo federal. En él aparece Fox de pie, con la mano izquierda en el bolsillo y sin la banda presidencial, igual que la imagen de Ernesto Zedillo. Pero cuatro años después de entregadas las obras, ni ése le pagó el guanajuatense.
Por su lado, Presidencia de la República confirmó que tampoco erogó nada por esa obra. Aunque la autora rechazó revelar cuánto pidió por tal retrato, explicó que una pieza suya en ese formato ronda los 20 mil dólares, alrededor de 200 mil pesos. De hecho, cotiza sus pinturas entre mil 500 y 30 mil dólares, y cobra 3 mil dólares más por cada personaje extra.
Respecto de los otros dos cuadros, Cañada aclaró que fueron obsequios suyos para Fox; uno de ellos, también con el guanajuatense solo, está en el rancho San Cristóbal del ex presidente, según una fotografía publicada por la revista Quién. La artista incluso pintó sin cobro alguno a Sari Bermúdez, entonces responsable de Conaculta, quien la presentó con su jefe.
-Transparencia foxista
Sin embargo, como presidente, Fox jamás reportó esos “regalos”; tampoco lo hizo cuando, 13 días después de entregar el poder a Felipe Calderón, el flamante secretario de la Función Pública y hoy líder nacional panista, Germán Martínez Cázares, estableció reglas para acabar con la corrupción ligada a la entrega de presentes a funcionarios públicos federales.
El 13 de diciembre de 2006, Martínez Cázares —quien la semana pasada reivindicó a Fox como modelo de gobernante del PAN—, publicó en el Diario Oficial de la Federación el “Acuerdo por el que se establece el procedimiento para la recepción y disposición de obsequios, donativos y beneficios en general que reciban los servidores públicos”.
La norma limitó a diez salarios mínimos en el DF, alrededor de 505 pesos, el valor de los regalos que puede aceptar un funcionario, incluido el Presidente. De ser obsequios los cuadros que recibió Fox de Cañada, el avalúo de éstos rebasaría por mucho el tope legal.
Antes de este acuerdo, la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos vigente desde 1982, en el artículo 47, fracción XV, ya establecía límites a la aceptación de regalos o dádivas “para salvaguardar la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia” del funcionario.
-Ni Mouriño le ayudó
En una entrevista publicada en octubre de 2007, Cañada recordaba que sólo vio en dos ocasiones a Fox y a su esposa: cuando le posaron y cuando les entregó los tres retratos aquel 2004. Aunque en esa plática no aclaró que sólo vendió al guanajuatense la obra de mayor tamaño y le regaló las otras, en conversaciones posteriores comentó que ni ésta había podido cobrarle. Durante cuatro años, no volvió a ver al ex presidente y su mujer.
Cañada dio cuenta que en sus viajes posteriores a México tenía la esperanza de cobrar el retrato que se exhibe en Palacio; la última de las visitas la planeó para junio pasado.
Pero Fox nunca respondió sus requerimientos de pago, ni siquiera después de que el óleo se presentó a la prensa en 2007, ya durante el gobierno de Calderón.
La artista, quien ha retratado también a magnates mexicanos como Roberto González, de Grupo Maseca, y a Carlos Peralta, de IUSA, relató que buscó sin éxito contacto con Fox por medio de Omar Saavedra, quien fungía como secretario particular de Marta Sahagún.
Incluso acudió a Los Pinos al arranque del actual sexenio a tratar de entrevistarse con Juan Camilo Mouriño, entonces jefe de la Oficina de la Presidencia, en espera de que el gobierno de Calderón saldara la deuda de Fox. Pero el hoy secretario de Gobernación ni la recibió.
Pese a todo, Cañada señaló que no tiene queja con el pueblo de México que siempre la ha tratado bien, y que sólo esperaba que el ex presidente le pagara su retrato. En el último mes se buscó sin éxito a la artista para saber si Fox ya le había pagado.
-Ya lo tiene en exhibición
No obstante el origen del cuadro de Vicente Fox, el gobierno de Felipe Calderón lo exhibe en un lugar de honor, junto a los retratos de Carlos Salinas de Gortari, que pintó Augusto Escamilla, y de Ernesto Zedillo Ponce de León, obra de Santiago Carbonell.
El 20 de agosto de 2007, se presentó la pintura del guanajuatense a la prensa. Sin embargo, en respuesta a una solicitud de información, Presidencia de la República reconoció a finales del año pasado que “recibió el retrato” de Fox desde febrero de 2004 y que desde el 24 de abril de 2007 ya lo tenía en exhibición.
También señala que “no cuenta con información sobre el costo del retrato referido, en virtud de que no erogó recursos para la adquisición del mismo”. En consecuencia, declara la inexistencia de la información. Además, dice no haber hecho el avalúo de la obra.
Todo esto pese a que, contradictoriamente, en una respuesta a otra solicitud de información previa, fechada el 16 de agosto de 2006, la administración foxista negó contar con registro alguno del retrato que hoy cuelga en el ala norte de la galería de Palacio, abierta en 1945 por Manuel Ávila Camacho para honrar a los mandatarios de la República.
Al menos Fox no cargó al erario el costo de su retrato, a diferencia de los casi 200 viajes que durante su sexenio hizo a San Francisco del Rincón, para pasar los fines de semana en su rancho, que según cálculos de Presidencia costaron al país casi 6 millones de pesos.
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