La chamuscada of Reynosa

Ya saben de la chamuscada of Reynosa. A ver dime brody: how can you mend a broken heart? (cómo puedes reparar un corazón quebra’o?)
-Qué eso no es de los Bee Gees?-, me dijeron.

Sí my friend (mi amigocho) es que tengo my heart que no para. Hasta creiba que me iba a dar un infarto con la taquicardia del viernes 17 de abril. Y mira que yo soy bien valientuco y en 6 largos años nunca he wacheado a la ciuda’ tan achicopalada.

Dime si esto es verda’, pechíscame, porque por más que le doy vueltas, con todas esas fotos de las redes sociales ¡qué chamuscada te diste Reynosa!

Ya no es raro que huela a humito y no precisamente de la carnita asada de la cochera de my neighbor (vecino), era de tanta llanta y carro chamusca’o que se vio, quesque había pleito por ahí de no sé quiénes.

Dígame brody cómo se le hace pa’ componer la imagen de la frontera. Con tantas y tantas maquilas que hay, con las ventaja que hay de estar tan cercas a Texas, pos qué le vamos a decir a los gringuitos o a los coreanitos pa’ que no se vayan asusta’os.
Y mire que quitarse una imagen de la mind (mente) está bien re difícil. Con estos sustos como que aumentó la gente azucarada y el IMSS va a tener más chamba en estos días, por aque’o de los diabéticos.

Sobre esto deben saber que “no hagan cosas que parezcan malas”. No me gusta hablar de la farándula, pero viene al caso por el bochorno. Cuidado con lo que subas al Face.

Si no pregúntale a David Zepeda, el actor que entró al quite de Pedrito Fernández en la telenovela “Al fin del mundo” quesque era casado y no hacía escenas hot (calenturientas).

Pobre Pedrito, pero David recientemente se dio un quemón con un video haciéndose a sí mismo cositas. ¡Qué chamuscadota!

Con esto se le cayeron proyectos de Televisa “hasta que se limpie su imagen”. Pos quien sabe si la gente olvidará eso. ‘Ta bien re difícil que recupere su imagen, aunque vaya con Chabelo a cantar con los niños.

A poco alguien ya olvidó que el boxeador Julio César Chávez Junior perdió mariguano contra el argentino Sergio “El Maravilla” Martínez. Eso fue hace 3 años y apenas acaba de regresar. La raza no lo olvida.

El sábado por cierto cayó ante el polaco Andrzej Fonfara por nocaut técnico en el noveno round. The people (la gente) piensa que no ha dejado sus vicios.

Algo parecido sucedió hace unas semanas con la noticia del restaurante chino Lo Yen City en Tijuana porque pescaron a su dueño matando un perro, que claro ya se imaginarán, era para los ricos platillos orientales.

A Rosa María ya no la convenzo que me acompañe al rico buffete chino que está por la avenida Morelos, ahí enfrentito del HEB.
-Y si no es pollo, es rata. Ya no quiero que me lleves a comer comida china-, me dijo muy encoraginada.
Pos yo qué culpa tengo brody…

Acabo de ver fotos de restaurantes que juran que sus platillos no contienen carne de perro, porque “naiden” les creiba que es pollito agridulce o la kung pao.

Wang Jian, cónsul chino, dijo estar en desacuerdo con lo que pasó en Tijuana. Asegura que de las más de 50 etnias que hay en China “una mínima cantidad consume carne de perro”. Pos sí pero esa se vino pa’ México. ¡Quién le va a creer!

Volviendo a lo de la border, pos qué haremos pa´ quitarnos la idea de la insegurida’. Por más que pasa el little time (tiempecillo) las cosas siguen igualitas o “piores” desde aquel memorable 17 febrero de 2009 que nos dejó bien asustados.

Mientras no veamos tránsitos que cuiden nuestras calles y que no se incrementan los robos a casas habitación, ¿quién podrá defendernos? porque hasta el Chapulín Colorado ya se nos murió.

Me pregunto si estamos mejor que en Michoacán, donde la gente se organizó con autodefensas. Porque todo: los súpers, restaurantes chinos, cines, parques, quién diablos va a sacar a sus güercos a las calles si no ‘tamos seguros.

Será verda’ que toda la people (gente) se irá pa’ los McAllen.

Si ganas no me faltan, porque si vuelven a pasar estas situaciones, les juro me les voy forever pa’ siempre, lejos allá en Falfurrias donde naiden me encuentre. Ya no quiero más sustos como estos. De verda’ qué chamuscada te “dites” Reynosa.