México, D.F.-
Son tan distintos que se complementan, aunque durante los últimos años alguno había fallado a la promesa de llegar pulcro al genuino duelo de etiqueta en el futbol mexicano.
Eso explica la ilusión irradiada por Chivas y Águilas. Más allá de que a cualquiera le seduciría saberse superior al enconado rival, ambos agradecen el presente de su antítesis, sin importar los traspiés sufridos hace algunos días.
Se trata del Clásico de clásicos versión Clausura 2015, ese al que el Guadalajara y el América llegan con verdaderas aspiraciones de Liguilla. No ocurría desde el Clausura 2007, cuando el Rebaño Sagrado se presentó como tercero de la tabla y los amarillos en el séptimo lugar. Los entonces dirigidos por Luis Fernando Tena se impusieron (1-0).
Las Chivas comienzan a ser alumbradas por los rayos de la tranquilidad, lo que agrada a sus antagonistas de época, quienes vaticinan un duelo de altura.
“Definitivamente, este partido puede ser más parejo que cualquier otro por lo que los equipos hemos mostrado en el torneo”, vaticina Moisés Muñoz, meta águila. “Si bien, no ha habido tanta regularidad, hemos enseñado la capacidad que tenemos para jugar al futbol y hacerlo de manera conjunta”.
“Ellos también lo han hecho, así es que se está cocinando un Clásico muy interesante, atractivo, y ojalá que en la cancha podamos dar un buen espectáculo… Que gane el mejor”.
Los jaliscienses están convencidos de que serán ellos. El liderato presumido tras 14 jornadas, así como la racha de cinco juegos sin derrota (tres victorias y dos empates) les motiva.
“Todos [los jugadores del contrincante] son de considerar, es un equipo muy vasto, ha sido campeón y hay que esperar al mejor América, pero también ellos saben perfectamente lo bien que estamos jugando y va a ser un partido bueno”, coincide Aldo de Nigris, delantero rojiblanco. “Ojalá sea bueno para la gente, pero que se lo lleve Chivas”.
El primer paso es lograr algo que no hacen desde hace dos años y medio: anotar en un Clásico. El América llegará al estadio Omnilife con una cadena de 383 minutos sin permitirle anotaciones a las Chivas, cuyo más reciente tanto en el choque del orgullo fue marcado por el hoy retirado Rafael Márquez Lugo, el 6 de octubre de 2012.
Se lo hizo a Hugo González, porque Muñoz terminó con su arco inmaculado las cinco veces que enfrentó al Guadalajara como futbolista de las Águilas, tres sobre el lienzo verde tapatío, donde el anfitrión no gana desde el 10 de abril de 2011 (3-0). La superficie aún era sintética.
Han cambiado muchas cosas, sobre todo el nivel de un equipo que eludió el descenso y ahora sueña con alcanzar las 12 estrellas logradas por los amarillos.
“Podemos decir que será el mejor Clásico [de los más recientes años], porque Chivas está bien, así es que va a ser un lindo partido y esperemos traernos los tres puntos”, comparte Osvaldo Martínez. “Sabemos que, ganando, prácticamente nos metemos a la ‘Fiesta Grande’ y eso es prioridad. El rival está pasando por un momento bueno, pero pensamos en nosotros”.
Filosofía compartida por el adversario, al que una victoria también lo colocaría en el umbral de la Liguilla, en la que no participa desde el Apertura 2012.
“Los Clásicos hay que ganarlos con intensidad, entrega, corazón, dejando todo en la cancha”, sentencia Luis Michel, arquero del Rebaño Sagrado. “También con mucha inteligencia, un buen manejo de partido. Son partidos que tienes que ganar, de una forma o de otra. No hay excusa. Menos en casa. No va a ser un juego fácil, pero tenemos que resolver cada jugada para hacer lo nuestro”.
Así lo han hecho a lo largo del certamen. Están invictos en el Omnilife, donde acumulan 457 minutos sin admitir goles. El único que les han hecho fue de Eduardo Herrera (Pumas).
Pero Gustavo Matosas advierte que no será un duelo sencillo para la zaga local, porque “América va a apostar a hacer su juego. Evidentemente, respetando al rival, como hay que hacerlo”.
“Lo espero abierto. América lo va a proponer así. Vamos a Guadalajara a ganar”, agrega el técnico azulcrema. “Lo primero que tiene que haber en un Clásico es estar dispuesto a dejar la vida. Suena duro, pero es así. Debes estar preparado para arriesgar tu físico, todo dentro de la cancha…”.
Sobre todo en un Clásico de clásicos que, advierten sus protagonistas, será inolvidable.
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