Washington, D.C.-
La Suprema Corte de Estados Unidos escuchó hoy argumentos sobre si los estados tienen la autoridad de prohibir el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Antes de emitir su fallo en junio próximo, los magistrados del máximo tribunal evalúan el caso presentado por docenas de parejas gay que buscan la anulación de la decisión de una corte menor de mantener la prohibición en Kentucky, Michigan, Ohio y Tennessee.
La presentación de argumentos por ambas partes ayudaría a los jueces a decidir si la Constitución prevé que los estados autoricen el matrimonio entre personas del mismo sexo o si deben reconocer las casamientos realizados en otras entidades donde esté legalizado.
El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en 36 estados de este país, incluidos 22 donde la prohibición a esas uniones fue anulada por cortes federales o estatales.
Los magistrados se mantuvieron divididos según sus posturas ideológicas sobre el concepto del matrimonio entre personas del mismo sexo o la manera en que los estados que han legalizado ese tipo de uniones, deberían aplicar su fallo.
El presidente del máximo tribunal, el conservador John Roberts, expresó sus dudas al considerar que se cierre el debate de un movimiento social de rápido crecimiento.
No obstante, fustigó a la abogada de quienes están a favor de las uniones gay, indicando que no buscan incorporarse a la institución del matrimonio, sino cambiarla.
El también juez conservador Antonin Scalia apuntó que una decisión a favor del matrimonio homosexual obligaría a las iglesias a realizar esas uniones, yendo en contra de sus propias creencias religiosas.
El abogado general de Estados Unidos, Donald Verrilli, comparó los argumentos de los opositores a este tipo de uniones con los expuestos por aquellos que defendían la prohibición al matrimonio interracial, abolida en 1967.
Subrayó que evitar el matrimonio entre parejas del mismo sexo, representa el mismo tipo de discriminación, y cuestionó si Estados Unidos quiere repetir esa historia.
El juez Samuel Alito sostuvo que si el matrimonio debe definirse simplemente entre un compromiso de dos adultos que se aman, por qué el estado prohíbe el casamiento entre hermanos y preguntó asimismo si se debería permitir la unión de grupos de cuatro personas.
Expertos en ley constitucional han señalado que si la Suprema Corte falla a favor de mantener el levantamiento de la prohibición, se tendría que trabajar en la implementación de los cientos de derechos y beneficios tanto a nivel federal como estatal para las parejas homosexuales.
Algunos de esos beneficios son la presentación conjunta de su declaración de impuestos, derechos de herencia, seguro médico y pensiones del seguro social, entre otros.
Asimismo, el máximo tribunal tendría que especificar con claridad qué pasaría con las parejas del mismo sexo que ya se han casado en los estados donde ese tipo de uniones son legales.
Analistas estiman que en las entidades conservadoras como Oklahoma Utah, Michigan, y Kansas, las autoridades estatales no vacilarían en detener las uniones gay y algunos grupos buscarían invalidar los matrimonios que ya se han realizado.
En California, si la Suprema Corte fallara a favor de reinstalar la prohibición, se tiene el recurso de convocar a un referéndum para revertir la decisión.
Las magistradas liberales Sonia Sotomayor, Ruth Ginsburg, en tanto, cuestionaron la afirmación del representante legal de las entidades que se oponen al matrimonio gay, en el sentido de que permitir ese tipo de uniones dañaría los interese de los estados.
La tesis de que el matrimonio es instituido para que las parejas críen a los hijos que procreen fue debatida por Ginsburg, quien apuntó que las parejas heterosexuales y homosexuales tienen el mismo incentivo para casarse.
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