Festejan a niños de la casa hogar en Reynosa

REYNOSA, TAM.- Con una fiesta, regalos y dulces los más pequeños de la casa hogar en Reynosa fueron festejados ayer 30 de abril al celebrarse el Día del Niño.

Como ya es costumbre las instituciones educativas fueron parte de esta gran celebración en la que la principal intención es consentir a los niños y hacerlos sentir los seres más importantes de la familia.

Pero no todos los niños tienen la oportunidad de pasar este día en compañía de su familia, como es el caso de los 77 menores que viven en la casa hogar San Francisco de esta ciudad, quienes por diferentes situaciones no están con sus padres.

La coordinadora del albergue religioso, Patricia Castaña, mencionó que para que este día tan especial no pase desapercibido para los 44 niños y las 33 niñas que allí se refugian, los jóvenes voluntarios y colaboradores de la institución privada organizaron una fiesta para estos pequeños.

“Aquí les damos un hogar en lo que se estabiliza su situación jurídica, pues muchos de ellos están en el albergue porque sufrían de maltrato en casa o cuestiones de descuido por sus padres.

“Para el día del niño les preparamos una fiesta con dulces y juegos para alegrarles esta fecha en la que ellos son los más importantes”, expresó.

La coordinadora mencionó que en la casa se les da techo, comida, estudio, vestimenta y se le inculcan valores cristianos y espirituales.

“Nosotros nos encargamos de todos los gastos de estos pequeños, tenemos la tarea de tocar puertas para solicitar el apoyo y recaudar fondos para sacar adelante a los niños”, comentó.

En la casa hogar que se ubica en la calle Paraguay de la colonia Anzaldúas de esta ciudad los 77 menores que viven allí festejaron su día.

Emocionados por lo que les habían preparado los niños y jovencitas del albergue San Francisco, disfrutaban cada instante de la fiesta, mientras comían dulces y formaban una fila para recibir su obsequio, en sus caritas reflejaban felicidad, como si los problemas no existieran, incluso a pesar de estar lejos de casa y sus seres queridos.

Francisco de 19 años padece una discapacidad que lo hace necesitar de una silla de ruedas y asegura que se tiene una muy bonita relación con sus compañeros que son como hermanos de hogar.