Si de pretextos de tratara, México habría ocupado un mejor lugar en el medallero de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
“Me cayó mal la comida, hice mi mejor esfuerzo”, “el clima me afectó”, “no me acomodé en la pista y es mi primera vez”, fueron algunas de las ‘frases célebres’ de los atletas mexicanos durante su participación en la justa deportiva que el pasado domingo llegó a su fin.
La primera gran decepción tricolor en China fue el andarín mexiquense Eder Sánchez. Su cuarto lugar en el Mundial de Osaka 2007 y estar ubicado entre las cuatro mejores marcas alimentaron las esperanzas de una medalla.
No fue así. La realidad terminó por caer de golpe sobre las ilusiones de todo un país.
“Me sentí mal del estómago durante la competencia. Creo que me cayó mal la comida. Comí pasta y quizá la salsa de tomate estaba muy condimentada”, dijo en andarín.
Y para rematar: “Ni modo, hay que saber perder”
Por si fuera poco, pocos días después el fondista David Galván, campeón panamericano en Río de Janeiro abandonó la prueba de los 10 mil metros.
El pretexto: La pista más avanzada del mundo en atletismo, la del “Nido de Pájaro”, estaba dura y, por lo tanto, un dolor insoportable le permitió apenas recorrer 5 vueltas.
Vaya excusa.
No habíamos terminado de asombrarnos de la inventiva mexicana cuando Francisco Serrano de Triatlón, alimentó la ilusión tricolor al colocarse como líder al inicio de la competencia.
Pero todo era una fantasía pues el seleccionado terminó en el lugar 44 a causa de los ‘ calambres’ al bajar de la bicicleta.
Uno de los más increíbles pretextos fue el que utilizó la esgrimista mexicana Angélica Larios. Resulta que aunque tuvo cuatro años para prepararse para la cita más importante de su carrera deportiva, tardó apenas tres minutos para perder en su primer combate ante una española de 18 años.
El motivo de su gris actuación fue, según sus palabras, el desconocimiento del sistema electrónico con el que se marcan los puntos.
Jashia Luna se unió a la lista luego de considerar un “buen resultado” haberse colocado en el puesto en la prueba del trampolín pese a contar ya con dos experiencias olímpicas anteriores.
Como éstas, muchas excusas salieron de la boca de los seleccionados que, a excepción de algunos casos especiales, pasaron con más pena que gloria en los Juegos Olímpicos.
Sólo Memo Pérez, María Espinoza y las clavadistas Tatiana Ortiz y Paola Espinosa salvaron lo que pudo haber sido una participación desastroza.
La mentalidad tricolor continúa siendo el mayor de los problemas, el no aceptar un mal desempeño y mirar hacia delante. Sólo pretextos son la justificación de un grupo de atletas que para Londres 2012, “regresarán por mejores resultados”.
Discussion about this post