Cuidado con los remedios

El gobernador, Eugenio Hernández Flores, refrendó su compromiso de trabajar intensamente para garantizar la seguridad de los tamaulipecos, luego de haber firmado el Acuerdo Nacional por la Seguridad, el que también signaron el presidente, Felipe Calderón, todos los gobernadores del país, incluyendo al jefe de Gobierno del Distrito Federal, como una repuesta al reclamo de la sociedad frente a los graves problemas de inseguridad en México, que ha crecido en gran medida por la impunidad y la complicidad entre los delincuentes y policías de los tres niveles de gobierno.
Ante el problema de la inseguridad, del cual no se escapa Tamaulipas, el gobernador, Hernández Flores, ha dicho que “hay un compromiso de trabajar unidos, fuera de preferencias partidistas. Todos tenemos un grado de responsabilidad y hay que asumirlo”.
Como parte de ese compromiso y ante el reclamo de la sociedad, bien valdría la pena que el gobernador, Eugenio Hernández Flores, llamará a cuentas a su secretario de Seguridad Pública, José Ives Soberón y al procurador general de Justicia del Estado, José Guadalupe Herrera Bustamante, para hacer una evaluación realista de las estrategias que tienen las corporaciones policíacas a su cargo y ver cuales han sido los resultados obtenidos, con el propósito de promover cambios y planes para mejorarlos.
Que la sociedad conozca cuales son los resultados de los programas de prevención y persecución de los delitos en Tamaulipas.
Que también se haga pública la incidencia de los delitos en los 43 municipios del Estado, para tener una radiografía de la situación que prevalece en cada comunidad. Solamente conociendo la incidencia y los resultados de su combate, la sociedad podrá saber si la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría General de Justicia del Estado, están cumpliendo.
El gobernador, Eugenio Hernández Flores, anunció como un primer paso en su compromiso para combatir la inseguridad, la formación en un plazo no mayor de 60 días de una unidad antisecuestros para combatir ese delito, del que no se tienen cifras confiables, porque en la mayor de las veces se mantienen ocultos, en secreto por parte de las víctimas para proteger la vida de sus familiares.
En Matamoros como en Reynosa se han conocido secuestros de personas, que fueron liberados luego que sus familiares pagaron su rescate. Son casos que se manejan en voz baja, al oído.
Que bueno que se vaya a crear una unidad antisecuestros, porque son delitos que tienen un gran impacto en la sociedad.
Sin embargo los mayores delitos en Tamaulipas son otros y constituyen un verdadero problema social: el robo en los hogares de las familias, cuando dejan solas sus casas para irse a trabajar. En cada barrio hay ladrones que se convierten en los saqueadores de familias que pierden parte de su patrimonio, sin que haya quien los defienda, porque sus denuncias se quedan archivadas en la Policía Ministerial o en las Agencias del Ministerio Público, porque no hay un verdadero trabajo de investigación y persecución del delito.
Y lo mismo sucede con los asaltos a negocios en general, por delincuentes, que con una buena investigación pueden ser detenidos.
Por ese motivo, reiteró, que sería muy bueno que el primer mandatario Tamaulipeco, llame a cuenta al secretario de Seguridad y al procurador general de Justicia, para que se haga un diagnóstico que permita ver con realidad cual es la situación en la incidencia de esos delitos.
Eso no quiere decir que no sea bueno crear una unidad antisecuestros. Enhorabuena, pero también creemos que al formarla, se tiene que tener mucho cuidado, porque con ese tipo de grupos hay amargas experiencias, porque en vez de combatir el secuestro se encargan de hacer secuestros.
Quién no recuerda el caso del Estado de Morelos, donde la policía antisecuestros, eran los secuestradores, que provocó la caída del entonces gobernador, el coronel, Jorge Carrillo Olea.
La propuesta es buena, pero hay que tener mucho cuidado en la selección de los integrantes de la unidad antisecuestros, porque a veces es peor el remedio que la enfermedad.
Cuidado con los remedios.