México, D.F.-
El consumo elevado de carnes rojas, grasas saturadas y azúcares aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama, indica una investigación de la doctora en Nutrición Graciela Caire Juvera, del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
El estudio “Patrones dietarios y riesgo de cáncer mamario en mujeres sonorenses” analizó a 222 mujeres en la entidad para saber si su alimentación podría ser un factor de riesgo en la enfermedad, indica un comunicado de la Agencia Informativa Conacyt.
A este grupo de mujeres, mayores de 25 años, se les aplicó cuestionarios demográficos, de salud reproductiva y frecuencia de consumo de alimentos, para conocer su régimen alimenticio habitual.
Del total de las encuestadas, 60 habían sido diagnosticadas con cáncer mamario invasivo en los últimos 48 meses, mientras que el resto se trató de mujeres sin la enfermedad, por lo que se buscaba saber si había una conexión con la dieta.
En el estudio se excluyeron a mujeres que tuvieran enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, a fin de evitar que se incluyeran casos en los que se hubiera cambiado la dieta normal antes de identificar el padecimiento.
Los resultados de la indagatoria determinaron que una dieta hipercalórica y baja en consumo de frutas, vegetales y fibra, común en Sonora, es un factor de riesgo tres veces superior de contraer cáncer, en lugar de mantener un plan alimenticio equilibrado.
Las mujeres sin cáncer dijeron consumir un mayor número de frutas y vegetales en comparación con aquellas que tenían la enfermedad, señala el estudio.
Los factores de riesgo para la aparición de la enfermedad son el sedentarismo, consumo excesivo de alcohol, obesidad en la menopausia, menstruación antes de los 12 años e historial clínico familiar con registros de cáncer de diferentes tipos.
Sonora está dentro de las primeras diez entidades del país con mayor incidencia y mortalidad por cáncer de mama, indicó la investigadora titular C del CIAD –que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“La dieta del sonorense es alta en grasas totales, grasa saturadas, alta en consumo de azúcares simples y que, además, existe un elevado índice de sedentarismo. El objetivo de este proyecto ha sido analizar estos factores como elementos que pudieran propiciar el desarrollo de cáncer de mama”, dijo.
Es preocupante que el 50 por ciento de los casos en el estado se presentaron en personas con edades menores a 50 años, y de ahí la importancia de realizar estudios multidisciplinarios que estén enfocados en la prevención, subrayó la investigadora.
El proyecto forma parte de un esfuerzo de varias instituciones a nivel nacional e internacional, las cuales compararán los resultados obtenidos en otras partes de México y en mujeres mexicanas que residen en Estados Unidos.
La especialista recomendó cuidar la diversidad y la cantidad de alimentos que se consumen y enfocarse en los que son ricos en vitaminas y fibras.
Caire Juvera exhortó a reducir la ingestión de carnes rojas y procurar el pollo y el pescado, en especial este último, pues contiene omega 3 y omega 6, que han demostrado tener beneficios para la salud y ser protectores contra el cáncer.
Destacó la importancia de consumir fibra de granos enteros, fruta y verdura de temporada, vigilar el consumo de bebidas azucaradas y sustituir el consumo de leche entera por leche al dos por ciento.
Además, planteó la importancia de incrementar la actividad física debido a que es un factor de prevención del cáncer.
La especialista detalló que el promedio de aparición de este padecimiento en las mexicanas es a los 50 años, mientras que en las caucásicas es a los 60 años. Sobre esto, hasta el momento no hay investigaciones que den explicaciones contundentes.
“No solamente vemos que el cáncer está presentándose en edades muy jóvenes, sino que, además, es mucho más agresivo cuando aparece en mujeres menores de cuarenta años, pues llega a manifestarse cuando ya está en una fase tres de desarrollo”, detalló la científica.
Ahora la siguiente parte del estudio será con mujeres sobrevivientes de cáncer, para analizar su plan alimenticio y régimen de actividad física para prevenir la reincidencia, añadió Caire Juvera.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se detectan 1.38 millones de casos de cáncer de mama en el mundo y fallecen 458 mil personas por dicha enfermedad.
En 2013 la incidencia más alta del padecimiento fue en mujeres de entre 60 y 64 años de edad con 67 casos nuevos por cada 100 mil mujeres del mismo grupo de edad, seguidas por las de 50 a 59 años y las de 45 a 49 años en México, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En ese mismo año Campeche, Aguascalientes y Jalisco fueron las entidades en donde se localizaron más casos de cáncer, mientras que en Hidalgo, Guerrero y la Ciudad de México fueron los más bajos.
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