Guadalajara, Jal.-
El sedentarismo o falta de actividad física debido al sobrepeso y la obesidad acelera hasta 15 años el deterioro de rodillas, dijo el experto en el tema, Artemio González Sánchez.
El especialista del Módulo de Rodilla del Centro Médico de Occidente del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) en Jalisco, explicó que “también llamado gonartrosis, este problema articular afecta a ocho de cada 10 personas entre los 55 y los 65 años de edad como parte del proceso natural de envejecimiento”.
Sin embargo, aseguró que se presenta de manera prematura tanto en quienes no realizan ejercicio como en aquellos que practicaron deportes extremos, sufrieron lesiones crónicas y no tuvieron asistencia médica adecuada.
González Sánchez añadió que la principal razón por la que una persona va a consulta para tratar sus rodillas es que siente dolor, pero en una etapa más grave presentaría derrame articular, lo que conocemos como inflamación.
“La gonartrosis es un desgaste de cartílago, pero también podría dañarse el menisco, soporte entre dos huesos, y crear la sensación de traer ‘piedritas’ en esa área”, detalló .
Apuntó que generalmente el problema se presenta en una sola rodilla, pero no son raros los casos en los que el paciente tiene gonartrosis en ambas; las mujeres, cuyas actividades productivas se asocian más al sedentarismo (cocinar, bordar, atender llamadas, etcéctera), son las más afectadas.
El deporte no tiene contraindicaciones, especialmente en los niños porque contribuye a su desarrollo y a mejorar la calidad de los huesos, pero debe cuidarse la intensidad del ejercicio, protegiendo cada movimiento, debido a que las lesiones crónicas que no reciben atención oportuna podrían deteriorar mucho las articulaciones, dijo.
“Los golpes y fracturas sí pueden tener secuelas en la edad adulta”, advirtió el experto, quien afirmó que lo mejor es tomar precauciones al seguir una rutina de ejercicio y extremarlas cada vez que se realicen deportes extremos. También considerar factor de riesgo el padecer enfermedades como lupus, artritis reumatoide y hemofilia.
Recomendó a la población acudir al médico ortopedista, porque hay una serie de tratamientos adecuados a cada paciente, los cuales van desde antiinflamatorios no esteroideos, terapia o rehabilitación, terapia con ácido ialurónico, hasta cirugía que atenúe el contacto entre hueso y hueso.
“En cuanto a intervenciones quirúrgicas primero se pone una prótesis primaria, pero si esta fracasa por alguna infección, por aflojamiento o por fractura, se aplica una prótesis de revisión, que está hecha de acero, cromo, cobalto, molibdeno y lleva un inserto tibial a base de polietileno. La recuperación va de tres a ocho semanas”, concluyó.
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