Este jueves en Reynosa, se reconfirmó que Enrique Peña Nieto y Egidio Torre Cantú no quieren a Nuevo Laredo, hubo inauguración de obras para varios municipios y nada para nuestra ciudad, ni siquiera una mención de algo por hacerse aquí.
Una fue la ampliación de cuatro a seis carriles, de la carretera Reynosa–Matamoros, en su tramo Río Bravo, con una inversión de 850 millones de pesos.
Otra inversión no precisada en dinero fueron los trabajos en la carretera Ciudad Victoria-Tampico.
Ahí también se agradeció por parte de alcaldes y funcionarios de tales puntos, sobre un supuesto monto por 2 mil 200 millones de pesos aterrizados en los puertos. El fronterizo terrestre de Matamoros y el marítimo de Altamira.
Todo eso se supone que el gobierno federal, con participación del estatal, derramaron en tales ciudades.
¿Y Nuevo Laredo?, ni un cariñito, ¡nada!, no existimos para ninguno de los dos órdenes de gobierno.
COMO PERROS DE CARNICERÍA
Hablando de los municipios fronterizos del norte del estado, todo lo que quieran de Miguel Alemán a Matamoros, pero para acá, ¡nada!
Toda la infraestructura carretera ribereña en aquel punto noreste, lo mismo que las vías de Reynosa al interior del estado y con el vecino Nuevo León, lo mismo que en Matamoros, hacia el centro de nuestra entidad.
No se diga sus puentes internacionales, incluso uno ferroviario, así como todo lo que encierran mejoras, ampliaciones y modernizaciones de sus puertos aduaneros.
Mientras acá, tenemos más de un siglo esperando la verdadera carretera Nueva Ciudad Guerrero-Nuevo Laredo y no el mugrero que de siempre se ha tenido.
Seguimos “con el Jesús en la boca” con esa brecha de la muerte, pues no se le puede llamar carretera.
De un nuevo puente internacional, ni hablemos.
UNO YA SE VA
Lo bueno es que le queda sólo un año a Egidio Torre Cantú como amasador y sobador del erario estatal.
Gente de Nuevo Laredo, ya no esperemos nada del gobierno de Tamaulipas, pues viene el año de Hidalgo y ya todos sabemos qué significa eso, ¿O hace falta recordarles los sexenios inmediatos anteriores de Eugenio Hernández Flores y Tomás Yarrington Ruvalcaba?
Y mejor que así se quede la cosa, pues cuando estos señores hablan de millones de pesos, se refieren a los préstamos que suelen solicitar de último momento a la banca pública o a la privada, dizque para apuntalar al estado con obras o inversiones, pero hasta un bebé de pecho, sabe que es para quedárselos ellos y sus compinches, ya que están en la gira del adiós.
PREOCUPA EL FEDERAL
Lo que sí nos debe preocupar es el gobierno federal que no nos quiere, porque ese sí tiene cuerda hasta el 2018, a menos que suceda otra cosa, ya ven cómo anda el asunto en el país.
Y a como nos ha tratado este gobierno en casi la mitad de su sexenio, donde ni siquiera se ha dignado a voltear a ver al puerto que más dinero le deja a la Federación por concepto de impuestos y pagos de derechos relacionados al comercio exterior, fácil podemos asegurar que nada bueno nos espera.
Ya hubo un aviso de que hay que apretarnos más el cinturón para el siguiente año 2016, se dijo que tal ajuste sería sólo en el gasto corriente al interior del propio gobierno federal, pero ya se sabe que eso significa: “jódanse todos, menos nosotros la clase privilegiada que manejamos la lana del país”.
Ya también se habló de un programa de obras o inversiones en Aduana México y SCT para el siguiente año, del cual para Nuevo Laredo no hay buenas nuevas.
Lo mismo que se mencionó un polémico presupuesto sobre base cero, que unos alaban y otros satanizan.
Si añadimos el desdén del gobierno de la nación hacia nuestra ciudad, sólo nos queda esperar seguir igual, o sea continuar en la inmerecida ignominia.
Nosotros tampoco los queremos señores presidente y gobernador, es recíproco el sentimiento.