Washington, D.C.-
Con un Congreso dividido e incapaz de lograr acuerdos, el presidente estadunidense Barack Obama se apresta a adoptar acciones para responder a la situación de los 11 millones de indocumentados en el país y la ola de menores provenientes de Centroamérica.
Las acciones serán dadas a conocer aún antes de que los legisladores retornen del receso de verano de cinco semanas, de acuerdo con lo expresado por la propia Casa Blanca, en algo que apunta a elevar la confrontación con los republicanos y que tendrá ecos en las elecciones legislativas de noviembre próximo.
El viernes, poco después que la Cámara de Representantes y el Senado fracasaron en aprobar versiones diferentes de paquetes económicos para confrontar la crisis de los menores migrantes, Obama anunció que actuará de manera unilateral en ambos frentes.
“Voy a tener que actuar solo porque no tenemos suficientes recursos”, dijo el mandatario en una sorpresiva aparición en la Casa Blanca ante periodistas.
La cámara baja aprobó horas más tarde una iniciativa por 649 millones de dólares para responder a la crisis de los menores migrantes, una fracción de los tres mil 700 millones solicitados por Obama.
Además eliminó los fondos para el programa de suspensión temporal de las deportaciones de jóvenes inmigrantes indocumentados, conocido como DACA por sus siglas en inglés.
El vocero presidencial Josh Earnest dijo que la administración continúa con el proceso de revisión sobre la política de deportación ordenado al secretario de seguridad interna y el procurador de justicia, anticipando un anuncio antes del fin de este mes, “antes que acabe el verano”.
“Una vez que esa revisión haya concluido y el presidente tenga en claro qué opciones están a su alcance, tendremos un anuncio sobre los pasos que el presidente ha decidido tomar para responder a algunos de estos problemas”, anticipó.
El congresista demócrata Luis Gutiérrez, uno de los principales promotores de la reforma migratoria en la cámara baja, dijo que su bancada espera que el mandatario sea ”amplio y generoso” en este accionar.
“Le pedimos que él sea tan amplio y generoso como los republicanos han sido caprichosos y mezquinos y creo que ese mensaje está llegando (a los oídos de Obama)”, dijo al recordar el último encuentro entre los legisladores hispanos con Obama dos semanas atrás.
Tanto los legisladores como algunos de los grupos a favor de la reforma se han centrado en tres potenciales acciones que el mandatario podría adoptar.
Una de estas sería la ampliación del programa DACA a los padres de los 560 mil jóvenes, la mayoría de origen mexicano, que se han acogido a esta protección desde su implementación dos años atrás.
Igualmente podría autorizar la entrega en Estados Unidos de visas de inmigrantes a los cónyuges o hijos indocumentados de ciudadanos estadunidenses o residentes legales que han hecho esta petición y que ha sido ya aprobada por las autoridades competentes.
Actualmente estas personas tienen que salir del país para obtener la visa y cumplir una espera de diez años como castigo, antes de poder ingresar al país, separando a estas familias, algo que los promotores de la reforma buscan evitar.
La estimación de Gutiérrez es que esta última acción podría beneficiar a más de millón y medio de inmigrantes indocumentados.
Otra potencial acción ejecutiva sería otorgar visas de trabajo a favor de un número determinado de los 11 millones de inmigrantes indocumentados.
Se anticipa sin embargo que la actuación del mandatario avivará la confrontación con los republicanos, de cara a las elecciones legislativas de noviembre, y así lo evidenció la advertencia del senador republicano Jeff Sessions.
Sessions fue el autor de una iniciativa en el Senado similar a la que adoptaron los republicanos de la cámara baja para desmantelar el DACA, aunque la suya fue derrotada.
“Vamos a continuar peleando por su aprobación. Hoy apelo a todos los estadunidenses a preguntarle a su senador de qué lado está frente a la orden ejecutiva de amnistía”, indicó el legislador por Alabama al referirse a este programa de suspensión temporal en la deportación de estos jóvenes.
Promotores como Janet Murgía, presidenta del Consejo Nacional de la Raza, consideró que frente a la imposibilidad de acuerdos debido al endurecimiento del discurso ideológico entre los republicanos, resulta imperante que el jefe de la Casa Blanca actúe cuanto antes.
“Dado que los extremistas son los que mandan en la cámara baja, la negligencia del liderazgo republicano y el fracaso para considerar soluciones constructivas, el presidente Obama está en lo correcto para actuar y corregir a través de acciones ejecutivas lo más que pueda de nuestro quebrantado sistema de migración”, precisó.
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