Dallas, E.U.-
Nebraska se convirtió hoy en la entidad número 19 en abolir la pena de muerte en Estados Unidos, luego que una mayoría de legisladores logró superar el veto del gobernador republicano Pete Ricketts, un firme partidario de la pena capital.
Después de más de dos horas de discursos en el Capitolio Estatal en Lincoln, Nebraska, los legisladores alcanzaron una votación de 39 a 19 para anular el veto del gobernador a un proyecto de ley que deroga la pena de muerte en el estado.
La votación culminó cuatro semanas de enfrentamiento entre la mayoría de los legisladores en la Asamblea Legislativa unicameral y el gobernador, funcionarios de corporaciones policiacas y familiares de víctimas de asesinato cuyos homicidas fueron condenados a muerte.
La Asamblea Legislativa aprobó el proyecto de ley de derogación tres veces este año, cada vez por una mayoría a prueba de veto, antes de enviarlo al escritorio del gobernador Ricketts.
El mandatario estatal, quien manifestó su oposición al proyecto de ley de derogación de la pena capital en múltiples entrevistas de televisión, emitió un comunicado en el que lamentó la decisión de los legisladores.
“Mis palabras no pueden expresar lo horrorizado que estoy de que hemos perdido una herramienta crítica para proteger a las fuerzas del orden y las familias de Nebraska”, sostuvo el gobernador.
“Mientras que la Legislatura ha perdido el contacto con los ciudadanos de Nebraska, voy a continuar estando con los residentes de Nebraska y con los agentes de aplicación de la ley en esta importante cuestión”, aseveró.
Sólo se han ejecutado a tres reos en Nebraska desde la restauración de la pena de muerte en Estados Unidos en 1976, y la decisión de este miércoles conmuta ese castigo a once reos que estaban sentenciados en el estado por la cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
Entre estos once reos figura el mexicano Jorge Galindo Espriella, condenado por participar con otros dos cómplices en un asalto bancario en el que acribillaron a cuatro empleados y a cliente en la localidad de Norfolk el 26 de septiembre de 2002.
La abolición de la pena de muerte en Nebraska se da en momentos en que el apoyo de los estadunidenses a ese castigo se encuentra en su punto más bajo. Un 56 por ciento de residentes de Estados Unidos apoya actualmente la pena de muerte, el menor nivel registrado.
Asimismo, el número de ejecuciones en Estados Unidos el año pasado fue de 35, la cifra más baja en los últimos 20 años, al continuar la tendencia de disminuir la aplicación de ese castigo en diversas entidades del país, según el Centro de Información en Pena de Muerte.
La pena de muerte continúa vigente en 31 entidades de Estados Unidos, pero sólo siete de ellas tuvieron ejecuciones el año pasado y tres estados (Texas, Misuri y Florida) representaron el 80 por ciento del total de las realizadas.
El número de entidades que aplicaron la pena de muerte a lo largo de 2014 fue también el más bajo de los últimos 25 años.
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