Guadalajara, Jal.-
Capitalizar el voto anti PRI y retomar las antiguas banderas del panismo son las claves que, según sus propias palabras, le han permitido a Enrique Alfaro, candidato del partido Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Guadalajara, mantenerse desde el principio a la cabeza de las preferencias en la actual contienda electoral.
Desde la elección de 2012 —cuando compitió por la gubernatura de Jalisco y quedó a sólo cuatro puntos del hoy gobernador, Aristóteles Sandoval— Enrique Alfaro supo que su fortaleza estaba en la Zona Metropolitana de Guadalajara, donde obtuvo más sufragios que el PRI; en esa ocasión el voto útil de muchos panistas catapultó a MC, un partido hasta entonces marginal, como la tercera fuerza política en la entidad.
“Cuando pasó la elección de 2012 se dijo que nuestro movimiento era una llamarada de petate, y que se iba a restablecer el bipartidismo en Jalisco; nosotros dijimos que quien hacía ese análisis se equivocaba, porque no se daba cuenta del tipo de movimiento que construimos (…) Explicamos que en el corto plazo el PAN no podría recomponer su condición de fuerza política y hoy me atrevo a decir, porque los números así lo comprueban, que esta es una competencia entre dos, y necesitamos llamar al voto útil para frenar en seco al PRI”, señala Alfaro en entrevista con EL UNIVERSAL.
¿Incluir panistas en MC ha sido su estrategia para llevarse el voto del PAN con usted?
Nuestro movimiento no sólo es un asunto de desprendimientos del PAN, sino una reconfiguración y reorganización del voto anti PRI. Hay una recomposición total en ese sentido y son muchos los factores que influyen: por un lado está la decisión que tomó el PAN de entregarse al PRI en Jalisco; en segundo lugar está la clase dirigente del PAN, que son los mismos que pudrieron a ese partido; y en tercer lugar, lo que nosotros representamos, de alguna manera, sintetiza la idea que está detrás del panismo original, que buscaba enfrentarse al sistema, ciudadanizar la agenda pública, así operaba el PAN a finales de los 80 y principios de los 90, y en muchos sentidos nosotros representamos eso.
Hay ex panistas cercanos a Emilio González en MC, ¿ha tenido apoyo del ex mandatario?
No lo hubo en 2012, lo digo categóricamente, y no lo hay hoy ni lo habrá, Emilio González no es ni será parte de este proyecto. Es una construcción con fines de distraer a los tapatíos y es curioso que lo expulsen del PAN a media elección. Sobre lo que ha dicho recientemente Felipe Calderón (respecto a que por solicitud de Emilio González buscó a Alfaro para hacerlo candidato del PAN en 2012), yo hice pública esa reunión desde hace tres años en que me pidió que fuera candidato panista y le dije que no.
En 2012 tuvo que remontar y su discurso era más frontal, pero en esta ocasión inició como puntero. ¿Eso modificó su forma de hacer campaña?
Tienes que ser más cuidadoso en el tono y el contenido del discurso, hay que evitar caer en provocaciones y no dejar que te lleven a un terreno de confrontación; hemos tenido que resistir una “guerra sucia” brutal del PRI. La estrategia parte de cuidar lo que se tiene, pero no renunciar a seguir creciendo y avanzando; el reto central es no meterte en la dinámica que ellos te quieren meter. Es una campaña de resistencia, no de velocidad.
¿Cómo ha sido esa “guerra sucia” de la que habla?
Están inventando una serie de historias basadas en mentiras y calumnias para publicitarlas a través de las herramientas de comunicación que tienen, pero no han generado ningún efecto, son las mismas mentiras que inventaron en los comicios de 2012. Han querido utilizar temas polémicos y trillados para atacarnos, como nuestra posición en el tema del aborto (dice estar en contra del aborto y en contra de criminalizar a las mujeres) y los matrimonios entre personas del mismo sexo (se dice promotor de las libertades), o el supuesto apoyo de Emilio González, pero la ventaja es que la gente me conoce, sabe quién soy y de dónde vengo, por eso los ataques no han tenido efecto.
¿Ha hablado recientemente con el gobernador Aristóteles Sandoval?
Desde hace más de un año, ni media palabra.
¿Cree que él ha metido las manos en la elección?
Totalmente. Cometió el grave error de permitir que su gobierno asumiera la presente elección como si se tratara de un asunto de Estado.
¿Por qué lo dice?
Está la aparición de Alberto Lamas (jefe del gabinete estatal con licencia) y Segio Ramírez (director con licencia del Sistema Jalisciense de Radio y Televisión) y las grabaciones de Leonel Sandoval (padre del gobernador) que muestran la intromisión de funcionarios públicos en la elección y el uso ilegal de recursos públicos.
¿Después de lo acontecido el pasado 1 de mayo, le preocupa la seguridad en la ciudad?
Hay que poner el dedo en la yaga y acabar con le discurso triunfalista de que todo está bien, hay que hacer ver que el modelo está agotado y hay que cambiar la estrategia de seguridad.
¿Se refiere a la creación de una Fiscalía avalada por el MC?
Nadie podrá decirnos que somos contreras u opositodo, dimos un voto de confianza y aprobamos la reforma para crear esta figura, pero le dije al gobernador hace casi tres años que era un error; sin embargo, hay que replantear no sólo eso, sino también el enfoque del gasto en seguridad.
¿En tres años competirá de nuevo por la gubernatura?
Para mí sería un honor quedarme tres años o seis en la presidencia municipal, y estaré concentrado en ello, pero si hay condiciones para buscar otra oportunidad (para la gubernatura) no lo descartaría, aunque no tengo ninguna obsesión al respecto.
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