Ciudad Madero, Tamaulipas / Mayo 23.-
Inspectores de la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Tamaulipas recorren las playas de Miramar en Ciudad Madero y Tesoro en Altamira ante la aparición de hidrocarburos intemperizados.
La Profepa pidió a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) que recolecten los grumos que llegan a formar plastas de uno a cinco centímetros.
Hasta el mediodía de este viernes ya no se han observado más arrastres de hidrocarburos hacia las playas, por lo que se espera que éstas queden completamente limpias este mismo fin de semana.
En la recolección de los grumos de aceite participan también los concesionarios de Zonas Federales y Terrenos Ganados al Mar, así como personal de Protección Civil de los municipios de Altamira y Ciudad Madero.
En un comunicado, la Profepa dijo que la presencia de estas manchas de combustible en la zona costera de Tamaulipas ocurrió el miércoles 20 de mayo.
Estas afectan la desembocadura del Río Pánuco, la Barra de Morón, en el municipio de Aldama; la zona de anidación de tortugas marinas conocida como Rancho Nuevo y la playa La Pesca, en Soto La Marina.
Se desconoce el origen del carburante que pudo provenir de derrames de buques transportadores de petróleo y que no lo notificaron oportunamente, de plataformas petroleras instaladas en la zona sur del Golfo de México o de depósitos naturales.
Inclusive estos derrames pudieron ocurrir en otro tiempo y se van acumulando en la parte media del mar, formando una especie de esfera que ahí permanece, pero que con las corrientes marinas es arrastrada hacia las playas.
Con el transcurso del tiempo y por las condiciones del medio marino esos derrames se convierten en hidrocarburos intemperizados, como es el caso, detalló la procuraduría.
La dependencia se mantiene en contacto con las autoridades de Protección Civil de Ciudad Madero y Altamira para supervisar las acciones conjuntas.
En cuanto a la zona de anidación de tortugas marinas, personal de la Profepa y de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp) llevan a cabo recorridos de vigilancia y no han observado ninguna afectación.
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