Dos sexenios panistas consecutivos, el pasado y el actual, dejan malos augurios. Que suceda lo increíble: que en un país hastiado del PRI por corrupto, antidemocrático, autoritario, caciquil, de compadrazgos y dedazos, de nepotismos y dictaduras perfectas ante la torpeza panista por increíble que parezca, haya ciudadanos que lo extrañen y consideren traerlo de vuelta al poder porque concluyen que Acción Nacional no da una. Ocho años de una medio ausencia – porque el PRI nunca se ha ido – favorecen la amnesia nacional, esta memoria corta mexicana que olvida pronto los agravios políticos que lo tienen sumido en crisis recurrentes hasta hoy inevitables.
Felipe Calderón se anunció como el presidente del empleo, pero no hay creación de empleos; como el presidente de la seguridad, pero aumenta la narco violencia y los secuestros; como el presidente que disminuiría las tarifas eléctricas, pero están a la alza; como el presidente de un país sin impunidad y sin corrupción, pero Mouriño permanece en Gobernación; como el presidente de tiempos mejores, pero el país tiene hambre; como el presidente que disminuiría los precios de gasolinas y diesel, pero aumentan todos los meses ¿Qué clase de jefe del Ejecutivo ha sido, el segundo hombre de Acción Nacional en la Presidencia? Hasta ahora el presidente del Gasolinazo que intenta vender Pemex.
Cuando se padeció a Vicente Fox la población justificó al ranchero metido a empresario, porque carecía de experiencia. Al dedicarse a político le pegó al gordo, que era llegar – Fox dixit – a “Los Pinoles”, retrato anticipado de lo que sería su sexenio. Una diputación federal y una gubernatura, pero en la que nunca estuvo, fueron sus modestas credenciales. Se volvió chiste sexenal que con Fox el PAN no llegó a la Presidencia. El turno le tocó con Calderón. A diferencia de su antecesor, Calderón contaba arraigada militancia partidista y carrera política, pero no tenía experiencia de gobierno en ningún cargo de elección popular.
Parece poca cosa pero varios Presidentes de la República llegaron, sin experiencia de gobierno y así le ha ido al país. El primero fue Luis Echeverría. Le siguieron José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, y Ernesto Zedillo. También Vicente Fox. Ninguno ha regresado un país mejor, que el que les fue entregado. No hay forma de saber cómo podrá gobernar el país un político, si nunca gobernó ni un municipio ni un estado.
El pueblo mexicano debería desmentir a los políticos que lo describen como noble y aguantador. No hay que confundir estoicismo con nobleza; como el hombre avaro que intentó enseñar a su caballo a vivir sin comer, no se sabe de ninguna persona que domine ese “arte”. Es mezquino que al 60% de la población que vive en extrema pobreza, se le pida ahora que literalmente se muera de hambre.
En junio pasado cuando Calderón estuvo con funcionarios de BBVA Bancomer se refirió a la crisis económica del país y al ámbito internacional que provocaba estancamiento y alza de precios. Afirmó que “no son cosas que ciertamente nos arredren, es más, estimulan mucho al gobierno… y me parece que eso hace la vida menos aburrida y la tarea de gobernar mucho más fascinante”.
Mal gusto y ausencia de sensibilidad es confesar que la adversidad económica de millones de personas le haga la vida menos aburrida. La crisis no es excepción, sino regla. Con la continua alza de precios, no hay aumento salarial que valga. Se sufre el cuarto incremento al precio de las gasolinas, que genera aumentos en cadena. Sin embargo en el mes de julio Calderón se mostró confiado de que “vendrán tiempos mejores”.
A juzgar por los aumentos de precios graduales a la gasolina y diesel – que según su secretaria de Energía, Georgina Kessel – “continuarán por el tiempo que sea necesario” los aludidos tiempos mejores no llegarán en lo que resta del sexenio, y se avizora un negro panorama económico. Desde el 20 de agosto los automovilistas pagan un centavo más por la gasolina; el aumento se autorizó para la gasolina Magna, Premium y diesel. Es el cuarto incremento registrado en lo que va de agosto. La Magna cuesta ahora 7.33 el litro; la Premium 9.13 pesos y el diesel, 6.38 pesos. Todas registran alzas superiores al 50% en los últimos cinco meses.
La proyección de inflación se ha modificado cada vez que el gobierno autoriza nuevo incremento al precio de los combustibles. En el estilo personal de gobernar de Felipe Calderón ni siquiera se toman la molestia de avisarle a la población. Con un día de anticipación Pemex Refinación manda un oficio a las gasolineras para que apliquen el incremento. Los aumentos autorizados este agosto se implementaron el 1, 7, 12 y 20 de agosto. Así seguirán. Pero ¿hasta dónde, hasta cuándo? Las gasolinas no han dejado de ir al alza en los últimos 20 días. Decir aumento a las gasolinas es aumento de alimentos, de servicios, de transporte, de flete ¿Cuánto tiempo cree el gobierno que la población resistirá tal sucesión de incrementos?
En el caso del diesel Jorge Martínez Manrique, director de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga, afirmó que los transportistas decidirán cuánto aumentarán el costo de los servicios que prestan. El 84% de la carga comercial en el país se mueve a través de camiones de carga.
En los alimentos, la tortilla sufrió el impacto de los incrementos en el combustible y el nuevo titular de la secretaría de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, llegó al cargo con la novedad del aumento al precio de este alimento, incumpliendo el compromiso de que se quedara en 8.50 el kilo.
El panorama político deja ver la falta de rumbo del gobierno de Calderón y el desgaste del PAN en el poder. Al mismo tiempo – y sin haber llegado a la Presidencia – el PRD no parece estar pensando ni en el 2009 ni en el 2012, sino en destrozarse a sí mismo. Ocupados el primero en desgastarse y el segundo en aniquilarse, el PRI casi intacto, avanza, va solo, directo hacia su meta.
No se ve a Calderón tomando medidas para revertir la situación que en los últimos 8 años (dos de su sexenio) provocaron por malas decisiones de gobierno, que en México aumente el número de pobres. En cambio está ocupado de mover su tablero político no en base a capacidad, sino según sus afectos. El PRI se regodea porque Calderón mantiene a Juan Camilo Mouriño en la Secretaría de Gobernación, imposibilitado de operar políticamente por la pública corrupción en que incurrió por tráfico de influencias y conflicto de intereses; a Ernesto Cordero en la Secretaría de Desarrollo Social, para implementar programas sociales orientados a la compra del voto; y a Gerardo Ruiz Mateos en la Secretaría de Economía, otra área clave del gobierno. La política, la economía y lo social en manos inexpertas de los amigos del presidente.
Un cuarto personaje, Germán Martínez Cazares, líder del PAN, ha perdido elección tras elección frente al PRI que se recompone. El tricolor construye su estrategia para regresar. Gobierna en 18 de los 31 estados y ha acotado a Calderón mientras obtiene jugosos recursos. El PAN gobierna sólo 8 estados y el PRD solo o en alianza apenas 6, aunque entre ellos tiene el Distrito Federal.
Cierto, el PAN tiene la Presidencia pero tanta pobreza, la misma corrupción que había con el PRI y la percepción de inexperiencia de gobierno, pueden hacer que lo increíble sea realidad. Que justamente después que el PAN sacara al PRI de los Pinos, este mismo partido lo haga regresar. Las elecciones intermedias del 2009 pintan inmejorables para el PRI. El PAN no podrá hacer nada y el PRD seguirá ocupado en sus guerras internas. Para mantener a su partido en el poder a Calderón le faltará algo más que un puñado de amigos en el Gabinete. Lo insólito está por pasar: la pavimentación política del PRI en las elecciones intermedias del año próximo, para que tres años después, en el 2012, regrese al poder del que será difícil volverlo a sacar.
marthazamarripa@yahoo.com.mx
Discussion about this post