París, Francia.-
Por tercera vez en su carrera, el serbio Novak Djokovic se metió a la final de Roland Garros y reactivó la esperanza de completar el Grand Slam, hazaña que buscará este domingo ante el suizo Stanislas Wawrinka, quien también va por su primera corona en este torneo.
El mal clima en la Ciudad Luz provocó que “Nole” necesitara de dos días para superar una durísima prueba de semifinal frente al británico Andy Murray, quien intentó una remontada de tintes épicos, pero al final sucumbió por parciales de 6-3, 6-3, 5-7, 5-7 y 6-1.
En la víspera, este encuentro entre invictos sobre polvo de ladrillo puso puntos suspensivos en el 3-3 del cuarto set y, pese a la ventaja en la pizarra para el número uno del orbe, el último momento anímico previo a la interrupción se quedó del lado del nacido en Dunblane.
Levantó dos quiebres vitales antes de poner pausa, memoria que retuvo hasta este día cuando retornaron a la cancha Philippe-Chatrier, pues después de cuatro “games” tranquilos para entrar en calor, quebró y luego confirmó para dejar todo dos sets por bando.
Entonces se respiró un ambiente similar al de la final del Abierto de Estados Unidos de 2012, Murray con el control 7-6 y 7-5, pero en cuanto se descuidó, el de Belgrado niveló la guerra, aunque terminó por ceder en el decisivo por contundente 6-2.
Pero en lugar de que el escocés se inspirará aún más, el sentimiento de venganza por aquella batalla se apoderó del Djokovic y en el primer turno de saque rival, hizo daño para ya no detenerse más y cabalgó hasta la victoria, que redondeó con su octavo “ace” del cotejo.
En la recapitulación de lo ocurrido el viernes, el pupilo de la francesa Amélie Mauresmo titubeó en el séptimo “game” de la primera manga y en el quinto de la segunda para dejar en bandeja de plata un importante margen en favor de “Djoker”, quien no perdonó.
Pero al balcánico se le olvidó la fórmula del quiebre en el tercer capítulo, desperdició un par de puntos para rotura en el 3-2 de su lado y eso fue suficiente para que el tercer cabeza de serie se creciera.
Prueba de ello fue que en el 5-5 demostró que también sabía hacer daño desde la devolución y se abrió paso para ponerle número a la casa tras anotarse el tercer episodio.
La esperanza de voltereta resucitó al campeón olímpico y, al comenzar el cuarto rollo, tuvo que emplearse a fondo para huir de tres “break points”; al siguiente “game”, en un cambio de 360 grados, fue Murray quien canjeó su chance de oro para colocarse 2-1 y servicio.
Apenas celebraba el británico su rompimiento cuando “Djoko” se rehízo de la nada y emparejó los cartones 2-2, todavía antes de la interrupción el carrusel de emociones tuvo un giro más, con un nuevo sobresalto en contra de Andy, quien salió avante y evitó irse herido de muerte.
Con la amenaza de tormenta y el reloj aproximándose a las 21:00 horas, tiempo local, el choque se reprogramó para el primer turno de la pista central en esta jornada sabatina y hasta entonces pudo festejar el máximo candidato.
Ahora “Nole” pretende sumar la Copa de los Mosqueteros a sus cinco títulos del Abierto de Australia, dos en Wimbledon y uno del US Open, un propósito que ya se le ha negado en 2012 y 2014.
Del otro lado estará “Stan the Man”, quien se estrenó en la historia de Grand Slam en Melbourne Park el año pasado y querrá maquillar el aplastante 3-17 que tiene de por vida contra el serbio.
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