México, D.F. / Mayo 28.-
A sus 69 años Carlos Slim Helú ha sido uno de los empresarios más críticos de los gobiernos en turno, primero con los priístas y hoy con Felipe Calderón al frente del Ejecutivo.
Sin embargo poco se conoce de su vida privada y también son pocas las entrevistas que ha concedido, pero parece que la actitud de Slim ha empezado a cambiar.
Hace apenas unos días apareció una amplia entrevista del magnate en la Revista “Quién”, en donde habla de su relación con la Reina de Jordania y lo más reciente es el perfil de 16 páginas que le dedica la prestigiada revista “The New Yorker”, en donde prácticamente desnudan al magnate, con una amplia entrevista al propio Slim pero también a aquellos que lo conocen o que han tenido relación con él.
En la revista habla de cómo prestó 250 millones de dólares a The New York Times Company en diciembre de 2008, convirtiéndose en el acreedor más grande de la empresa editorial con 15.9 millones de acciones.
Habla de la adquisición de Telmex, en 1990 y de cómo ha sido descrito como un “depredador despiadado”, pero nunca ha formado parte de los escándalos que “de vez en cuando se derraman en las primeros páginas de periódicos mexicanos”.
Y añade que “su nacionalismo, humildad, y hábitos personales, relativamente modestos, están de pie como una especie de reproche a la imagen que los mexicanos típicamente tienen de sus oligarcas”.
Slim habla sobre su padre, Khalil Slim, quien emigró a México de Líbano y se hizo un comerciante acertado. Asimismo, menciona cómo abandonó la economía por los negocios.
El reportero, Lawrence Wright, dedica una amplia parte del trabajo a Telmex, en especial sobre cuyo título de concesión no le permitía ofrecer servicio de televisión, y por lo cual el año pasado hubo una reunión en los Pinos a que incluso acudió el presidente Felipe Calderón, en donde se discutió la forma de abrir el sector de telecomunicaciones.
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