México, D.F. / Mayo 31.-
Hace años, los jóvenes tenían prisa por casarse, formar una pareja y establecer las bases de una familia para toda la vida. Hoy, pareciera que el apuro es para terminar con el matrimonio por la vía del divorcio, al menor pretexto y cuando apenas pasan unos años juntos.
Este cambio se debe a que “estamos edificando una cultura de relaciones light, donde a la menor provocación se toma la decisión de separarse, sin pensar que las causas que llevaron al divorcio se van a seguir presentando en futuras relaciones”, explica el doctor José de Jesús González Núñez, director del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS).
Separación al alza
Las cifras revelan la profundidad de la crisis, pues las tasas de divorcio en México se han disparado exponencialmente en los últimos dos años y medio. De cada 100 parejas que se unen matrimonialmente, cerca de 20% terminarán por divorciarse antes de cumplir cuatro años de casados.
Una manera de entender los problemas conyugales y no precipitarse a un divorcio es acudir con un terapeuta. Con base en la experiencia en horas de análisis, dice el doctor González Núñez, podemos afirmar que la sicoterapia cumple con dos funciones ante este tipo de problemáticas:
1) Cuando las parejas tienen la voluntad de resolver sus conflictos, la sicoterapia resulta ser la herramienta ideal para rescatar el matrimonio
2) Cuando las parejas ya tomaron la decisión de separarse, lo harán de la manera más civilizada posible
Lección de vida
“La gente elige a sus parejas con base en ciertas características que asimilaron desde la niñez, es decir, de lo que vimos y percibimos de la relación de los padres, lo bueno y malo”, menciona.
En el inconsciente, agrega, deciden las características que habrá de tener el compañero/a cuando establecen una relación en la juventud o adultez. Por lo general, repetirán moldes. “Esto no sólo abarca a las relaciones afectivas, sino a cualquier otro tipo de convivencia que tengamos, como por ejemplo la amistad o el trabajo”, señala.
Para la doctora Adriana González Padilla, directora de la licenciatura en Psicología del IIPCS, en el trabajo de sicoterapia, quienes están por divorciarse pueden percibir que los motivos que han derivado hacia la separación, se han presentado de manera recurrente en relaciones pasadas.
“Si no son capaces de analizar y de solucionar estos conflictos, los seguirán el resto de sus vidas. Por lo general, a los pacientes les decimos: mejor solucionen los conflictos con su pareja actual, para que no los trasladen a otras relaciones”, advierte.
Según González Núñez, en muchos casos el divorcio es necesario: “Cuando la relación es insostenible o existen abusos, maltratos e incluso golpes, ahí es cuando no hay otra solución más que la separación”.
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