El doble juego de los partidos politicos que quieren dejar las cosas prácticamente como están en el tema de la repartición de candidaturas a puestos de elección popular en la próxima contienda electoral, es un indicativo de que romper esquemas arcaicos, obsoletos, injustos y discriminatorios es mucho más difícil de lo que se piensa.
Tal es el caso de la pantomima que hicieron los legisladores locales que no terminaron de redondear el respeto a la Constitución Mexicana que a la letra dice en el artículo 41:
“Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo, así como las reglas para garantizar la paridad entre los géneros, en candidaturas a legisladores federales y locales. Sólo los ciudadanos podrán formar partidos políticos y afiliarse libre e individualmente a ellos; por tanto, quedan prohibidas la intervención de organizaciones gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier forma de afiliación corporativa.”
Este artículo dice “garantizar la paridad entre los géneros en candidaturas a legisladores federales y locales”, lo cual en Tamaulipas ya se estaba de alguna manera construyendo al haberse integrado más mujeres como diputadas, pero la entidad iba a ir más allá, a que hubiera 22 candidatas a alcaldías por 21 hombres, para completar los 43 municipios, pero no, el Congreso local perdió una oportunidad histórica para dar el paso adelante y poner el ejemplo nacional legislando en que la paridad sea extensiva a los cargos municipales, sin excusa ni pretexto.
Y resultó que no, que otra vez los legisladores y legisladoras le dejan a los partidos políticos la decisión de hacer graciosas concesiones para incluir en forma igualitaria a hombres y mujeres en los cargos de elección popular en lo referente a los municipios.
Penoso porque Ramiro Ramos, presidente de la Junta de Coordinación Política se mostraba muy comprometido con el tema, pero a la hora de la verdad recularon. Mala decisión.
En el estira y afloja duró más de tres horas y participaron las diputadas priístas Aída Zulema Flores Peña y Olga Sosa Ruiz, además de las panistas que “desobedecieron” a su dirigencia y decidieron quedarse a votar la ley electoral.
No cabe duda, las mujeres tendrán que seguir haciendo talacha dentro de los partidos para lograr que las respeten y les den trato igualitario. De seguir así las cosas no dudo ni tantito que ellas decidan volar con sus propias alas y promover las candidaturas ciudadanas a su favor, si sus partidos les dan poco margen de participación en puestos importantes.
Ya estuvo que ellas tengan que ser las sacrificadas, siendo que integran mayoritariamente a los partidos, ellas acarrean los votos, hacen el proselitismo, gastan suelas de zapatos convenciendo a la gente a salir a votar y luego las relegan, ¿pues de qué se trata?
Por lo pronto las mujeres tienen que pelear las dirigencias de los partidos en el estado, de todos los partidos, el PRI tiene que renovarse, ahí puede entrar ellas para revolucionar desde arriba y sacudirse los mitos y los vicios que han imperado por siempre en los institutos políticos de Tamaulipas.
Ya es el tiempo de las mujeres, hay que hacerlo valer y que la Constitución se reforme, así como las legislaciones estatales para que haya más mujeres alcaldesas en Tamaulipas y en el país.
Esto es, ya se tiene la paridad en las diputaciones, ahora a ir por las alcaldías, sin excusa ni pretexto.
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