Washington, D.C. / Junio 1.-
La Casa Blanca pasó hoy apuros para justificar un viaje privado que realizó el presidente Barack Obama y su esposa, Michelle, el sábado último a Nueva York.
El vocero presidencial Robert Gibbs defendió el uso de un avión oficial para el viaje, que incluyó la asistencia a una función de teatro y una cena en un restaurante de aquella urbe.
“Si el Servicio Secreto (lo hubiera aprobado), el Presidente habría tomado un vuelo comercial”, explicó.
Gibbs insistió además que “los costos son proporcionados con los viajes del Presidente”.
El vocero pasó apuros al ser requerido por el costo del viaje, y aunque balbuceó al inicio de su respuesta y buscó distraer la atención de los reporteros a fin de reorganizar sus ideas, Gibbs no ofreció cifra alguna.
El viaje fue criticado por los republicanos, que lo consideraron una distracción frente a la crisis del sector automotriz y en la víspera del anuncio de la quiebra de General Motors.
Para el viaje, Obama y la primera dama partieron de la Casa Blanca en el helicóptero Marine One a la cercana la Base Aérea Edwards en Maryland, donde abordaron un jet oficial.
En Nueva York la pareja se trasladó a Maniatan en helicóptero y ahí abordó una limusina blindada protegida por una caravana vehicular que generó caos en Times Square y motivó un amplio despliegue policiaco.
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