Monterrey, N.L. / Junio 2.-
La mañana de este martes amanecieron sitiadas las corporaciones policíacas de Escobedo, Guadalupe y Juárez, luego de que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) detuvo el lunes a 37 uniformados de las Secretaria de Seguridad de Apodaca, San Nicolás, Monterrey y de la Estatal.
Estos operativos, según dieron a conocer las autoridades, buscan detener a los policías que se involucran en actividades ilícitas con miembros del crimen organizado, quienes obtenían protección a cambio de cuotas a los efectivos.
Estas detenciones se dan a una semana de que las fuerzas castrenses detuvieran en Michoacán a 10 alcaldes y 20 servidores públicos por presuntos vínculos con narcotraficantes.
Las acciones coordinadas entre el Ejército, los federales y el estado, arrancaron el lunes a las 8:00 horas cuando centenares de militares tomaron las comandancias de los municipios metropolitanos de San Nicolás, Apodaca, y Monterrey, mientras que la Agencia Federal y la Procuraduría de justicia local, hacían lo propio en el Cuartel Estatal.
Alrededor de las 16:00 horas del lunes, la Sedena confirmó las primeras 29 detenciones, para las 19:00 ya eran 33 y fue hasta las 23:00 cuando se informó de que en total había 37 policías detenidos.
De ellos, nueve son de Seguridad Publica Estatal, ocho de la Policía de Monterrey, 14 de la corporación policiaca de Apodaca y seis de San Nicolás.
A su vez se dio a conocer que 10 de los detenidos de Apodaca son comandantes y jefes de grupo y uno de Seguridad Estatal es jefe de operaciones, y el resto policías rasos.
El secretario de Seguridad Publica en el estado, Aldo Fasci Zuazua aseguró que los operativos continuaran durante este miércoles y podrían ampliarse a otras corporaciones municipales, o incluso incrementarse las detenciones de Seguridad Pública Estatal, ya que los militares están trabajando conforme va cambiando el turno de los uniformados.
El procedimiento es: las fuerzas castrenses llegan, desarman a los policías y se les pide la documentación de porte de arma, junto con una identificación oficial.
Uno por uno, los policías pasan a cotejar su identidad con los nombres de sospechosos que celosamente resguarda un comandante del Ejército.
Cuando uno de estos coincide al uniformado se le separa del resto y al cabo de unas horas se le traslada a la Séptima Zona militar para iniciar el interrogatorio.
De acuerdo con información que proporcionó la Sedena a EL UNIVERSAL, las diversas “narcolistas” que han sido decomisadas en operativos y aprensiones en semanas pasadas, contienen el nombre, rango y cantidades pagadas, a unos 300 uniformados y comandantes de corporaciones policíacas del estado.
Hasta ahora se ha revisado el 85% de las mencionadas corporaciones y se espera que concluya este martes, para que después se amplíe a otros municipios.
La Sedena, los policías federales y las corporaciones de seguridad en el estado han guardado el nombre de los policías que han sido separados de sus cargos en tanto no se les aclare su situación jurídica, ya que según se informó se están ejecutando ordenes de aprensión, de arraigo y de presentación, por lo que aun no pueden dar mayor información.
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