Obras son amores

No nos cansamos de repetir que “obras son amores”, sobre todo en una ciudad con marcado atraso en desarrollo urbano, carencia atroz en infraestructura para el confort de su gente, falta desmesurada de mobiliario para brindar la calidad de vida diaria de una comunidad.

Del primero de octubre de 2013, fecha de inicio de esta administración municipal, a la fecha, se llevan ejecutados 600 proyectos de obra pública, muchos terminados y otros en proceso, incluso algunos por iniciar, ya licitados y adjudicados.

Estamos hablando de más de mil 500 millones de pesos, invertidos, los que en su gran mayoría, o sea, más del 90 por ciento, se han quedado en constructoras locales, generando empleos y circulando el dinero en la misma ciudad.

Y se supone que en los dos primeros años de este trienio, se rebasarán los 2 mil millones de pesos en tal rubro, deseando que en el tercero siga el mismo tenor.

Y SIN BANDIDAJE
Los gobiernos municipales anteriores tenían un pingüe negocio en cuanto a la obra pública, para no ir más lejos citemos el caso del Ayuntamiento anterior, el cual creó un “cuadro chico” de sólo 50 constructoras “amigas”.

Hoy, la actual administración municipal, no sólo abrió el abanico, sino que además aplicó la transparencia.

Con reglas claras y justas, hoy se amplió a 280 el número de empresas contratistas, en concursos y asignaciones que se pueden ver en la página oficial del Ayuntamiento.

Hoy este trienio les da juego, trabajo o negocio a todas las empresas de ingenieros civiles y arquitectos que existan en la localidad.

A diferencia del pasado cabildo, del que sabemos por boca propia de los contratistas afectados, (en algo que nos fue confiado en plática privada, lo que en el periodismo se llama “fuera de libreta” u “off the records”, comentado por la propia fuente afectada) aquello era una verdadera canallada.

El gobierno anterior, por principio de cuenta, el “moche” o la dádiva del constructor al funcionario para ser beneficiado con la asignación de una obra, o sea, el “ganar “un concurso o licitación, ya no era del 10 por ciento o tristemente célebre llamado “diezmo”, sino que ya la habían subido a una “peseta” (25 por ciento).

Constructor que deseaba tener trabajo, quien quería construir obra pública, así de entrada, tenía que sacrificar la cuarta parte de sus ingresos, por regla tajante.

Igual los comerciantes de materiales, o sea, los proveedores para la obra propia o directa a ejecutar por la dependencia del gobierno municipal.

ES TAN SENCILLO
Ahora se supone que ya no es así, tenemos muchos amigos contratistas, empresarios y comerciantes, quienes se expresan bien de la actual administración, pues cuando surge el tema, cuando se salta esa plática sobre el tema, los dejamos hablar y les escuchamos con suma atención.

Sí se puede, les preguntamos con discreción más sobre el estado actual de las cosas con el gobierno municipal.

Y la amistad que nos confieren, produce confianza de ellos hacia nosotros (los conocimos desde la niñez o en la juventud, mucho antes de que fueran profesionistas y empresarios de la construcción) y es recíproca, entonces nos comentan lo que queremos saber y rematan con la frase incómoda para nosotros; “te lo digo aun tratándose de un periodista como tú”.

SIGAN ASÍ SEÑORES
Eso es lo que debe hacer un Cabildo, un Ayuntamiento, una administración local, un gobierno municipal, nos referimos a que deben procurar un basto presupuesto municipal que se obsequie en obra pública, para una ciudad tan ávida de ella.

Y que a la vez, dicho dinero se regresó al pueblo, en trabajo, contratando constructoras locales y éstas a su vez, brindado empleo a los nuevolaredenses.

Trabajar con cámaras, colegios y asociaciones de constructores locales, para que la transparencia sea total y no se preste a ninguna mala interpretación.

Como ciudadano y contribuyente, todo nuevolaredense quiere acceder a la página electrónica de Transparencia de este gobierno local y ver todo muy claro, no en balde estamos hablando de 2 mil o 3 mil millones de pesos en obra pública.

Sigan así señores del Ayuntamiento, el pueblo se los agradecerá y eso en verdad que no tiene paga, como servidores públicos quedarán muy bien ante la comunidad, por siempre.