París, Francia / Junio 3.-
El director de la Oficina francesa de Investigación y Análisis, Paul Louis Arsalanian, dijo hoy que “no se puede excluir la posibilidad de que no se encuentren nunca las cajas negras” del Airbus 330 de Air France que desapareció el lunes.
El organismo francés ha asumido las investigaciones sobre el caso, dado que la aeronave tenía de matrícula francesa, y contará con el apoyo del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos del gobierno brasileño (CENIPA).
Según el portavoz de las Fuerzas Armadas francesas, Christophe Prazuck, su país ya envió a la región de búsqueda dos buques militares y un submarino equipado con dos robots capaces de operar hasta a seis mil metros de profundidad.
“Estimamos que las cajas están probablemente en una zona de tres mil 600 a tres mil 700 metros”, explicó el ministro francés de Transportes, Jean-Louis Borloo, a la emisora local RMC.
“Cabe resaltar que jamás se han recuperado cajas negras a esa profundidad y que, además, la corriente en el fondo es fuerte, o sea que será una operación extremamente delicada”, añadió.
Más optimista, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo ayer, durante un viaje a Guatemala, que “un país que puede encontrar petróleo a seis mil metros de profundidad (como hizo Brasil) también puede encontrar un avión a dos mil metros”.
Las primeras señales de la aeronave se encontraron ayer a unos 750 kilómetros del archipiélago de Fernando De Noronha, en el nordeste de Brasil, entre ellas una silla, un salvavidas naranja y muchos restos metálicos.
De acuerdo con las autoridades brasileñas, tres buques con 280 militares deben llegar este miércoles al área para empezar a recuperar los destrozos del océano Atlántico.
Por parte de Francia, un equipo de 50 personas, formado por miembros de la Oficina de Investigación y Análisis y de Airbus, fabricante del avión, está trabajando en las investigaciones.
Aún se desconoce las causas del siniestro, pero Air France confirmó que la aeronave envió cerca de diez señales automáticos informando de problemas eléctricos antes de desaparecer de los radares.
El Airbus debería haber aterrizado en París a las 09:10 GMT del lunes, con 12 tripulantes, más 82 mujeres, 126 hombres, siete niños y un bebé de 33 nacionalidades diferentes a bordo – entre ellos, 72 franceses y 59 brasileños, según la aerolínea.
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