México, D.F. / Junio 4.-
Apenas cumplió un mes de casada, pero Salma Hayek no deja de trabajar. Ni siquiera ahora que es la esposa de un multimillonario y que podría dedicar todo su tiempo al cuidado de su hija Valentina.
La inquieta mexicana no se confía en su suerte y son dos los proyectos cinematográficos los que la vuelven a traer al set, en el primero, sólo puso la voz para el documental “Home”, que se estrenará el viernes en varias ciudades del mundo, como parte de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente.
La cinta, dirigida por el cineasta francés Luc Besson, se proyectará también por el canal MC de MVS Televisión.
El segundo proyecto en el que está involucrada es el filme “Grown Up”, con el que regresa después de dos años y que filma actualmente en Massachusents. Y por su alguien tenía duda, de que la actriz está decidida a retomar su carrera, ya está comprometida con tres películas más: “La banda”, “Bones Family” y “Diego Ascending”.
Y es bien sabido que la veracruzana de 42 años habla más sobre los escenarios que abajo de ellos. Por eso poco dijo del nacimiento de su hija Paloma, de 20 meses de edad y menos de su reciente matrimonio, celebrado en abril, con el magnate Francois-Henri Pinault.
Así que es normal que a poco más de un mes del enlace religioso, ya se encuentre participando en el rodaje de la comedia “Grown up”, encarnando a la pareja sentimental de Adam Sandler.
Y la semana pasada se anunció que prestará su voz a Kitty, una bella gatita en la cinta animada “Gato con botas”, primer protagónico del personaje salido de la saga Shrek.
Por si fuera poco, en internet se maneja, sin confirmación oficial de los productores, que Salma ya firmó para encabezar el elenco de “Noticias de un secuestro”, basada en la novela homónima de Gabriel García Márquez.
“Hay muchas historias en el mundo muy interesantes que todavía quedan por contar”, dijo Hayek a la revista InStyle hace unas semanas.
Salma Valgarma Hayek-Jimenez, su nombre completo, nació en Coatzacoalcos, Veracruz, siendo hija de padre libanés y madre mexicana.
Dicen que a los cinco años de edad, luego de ver “Willy Wonka y la fábrica de chocolate”, decidió que sería actriz.
Por la red rueda una frase que se le atribuye a esta mujer de 1.57 metros de estatura.
“Cuando era pequeña despertaba los domingos a mi padre a primera hora para que me llevase al cine. Luego, cerraba los ojos y veía mi nombre escrito sobre fondo negro en una pantalla”.
Estudió en Lousiana, Estados Unidos, la educación básica. De vuelta a México se enroló en la Universidad Iberoamericana para la carrera de Relaciones Internacionales, la cual abandonó por la actuación. Su primer trabajo artístico fue en la puesta en escena “Aladino y la lámpara maravillosa”, donde la vio un productor que le ofreció un papel en la telenovela “Un nuevo amanecer”.
Luego vendría el éxito de “Teresa”, teledrama que la catapultó a la fama.
“El principio (de mi carrera) fue duro”.
Pero ella quería más y un día decidió dejar México y decidió probar suerte en la llamada Meca del Cine.
La primera película fue “Mi vida loca”, le siguió “Desperado”, al lado de Antonio Banderas.
Sería quien iniciaría, de cierta forma, el bautizado boom de figuras latinas en EU, definición que no le agrada.
“No creo en la llamada explosión latina cuando vengo a hacer películas. Jennifer Lopez no tiene acento, creció en Nueva York y habla inglés, pero no español. Su éxito es importante porque representa una cultura diferente, pero no me ayuda”.
“Crecí en México, no en EU, y lo cierto es que no hay ninguna parte para actrices latinas. Tengo que persuadir a las personas que mi acento no será un problema, sino una ventaja”.
Desde 1996 aparece dentro de las 50 mujeres más bellas del mundo de revistas como People y FMH. En la cinta “Y tu mamá también” su nombre es suficiente para excitar a los personajes interpretados por Gael García Bernal y Diego Luna.
Quienes la conocen dicen que Salma siempre ha luchado por el sexo femenino. Le encargó a la cineasta mexicana Issa López escribir el guión de “La banda”, que podría ser su próximo proyecto.
Una vez, cuando se le refirió que tipo de hombre le gustaba, dijo dos características: que dejara dormir a sus perros en la misma cama y que explorara su propio lado femenino.
“A mí se me hacen atractivos hombres que tienen su lado femenino, porque ¿qué podría platicarse con alguien que no supiera lo que quiere una mujer”.
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