San Salvador, El Salvador / Junio 7.-
Fue una noche dura para Javier Aguirre y un duro revés a la confianza que irradiaba en la continuación de la eliminatoria. Demasiada tensión que derivó en imprecisiones y una derrota más. México es penúltimo en el Hexagonal y de momento está fuera de la Copa del Mundo. Y se acaba el tiempo.
México no cayó —2-1 ante El Salvador— por miedo al entorno. No. La selección nacional sucumbió víctima de los errores que carga desde el inicio del proceso y que han costado la salida de dos técnicos. “El Vasco” intentó hacer del Tri un equipo compacto que mantuviera el orden entre sus líneas, y en eso tendrá que seguir.
Las desconcentraciones en la zona de seguridad tienen en un hilo al conjunto tricolor dentro de la eliminatoria. Un par —por que esas fueron directamente al marcador—, suficientes para caer en el Cuscatlán sin importar que Cuauhtémoc Blanco saliera de la banca con la capa de héroe y metiera dos tantos, el segundo invalidado por supuesto fuera de lugar. Ese era el empate.
El árbitro, Walter Quesada de Costa Rica, marcó dos penaltis (uno por bando) y señaló fuera de lugar de Blanco en la jugada que representaba oxígeno para los muchachos de Aguirre, que salió del campo con el gesto apretado.
Bañados en insultos y lluvia, los jugadores mexicanos se fueron del estadio conscientes de que fallaron pases sencillos y se perdieron en el desorden tras el primer tanto salvadoreño, producto de la falta de dureza en la marca, dentro de la última zona.
Aguirre hubiera preferido, así lo denotó el gesto que hizo, que Gerardo torrado derribara fuera del área a Rodolfo Zelaya, quien lo desbordó por derecha y metió un centro que después de pegar en el pecho de Pável Pardo, cayó en los pies de Julio Martínez, cuyo punterazo venció a Óscar Pérez y desató la locura local (11’).
Antes, México había mostrado algo de control y hasta tuvo una llegada que terminó en cabezazo de andrés Guardado bien contenido por Miguel Montes. Después, un desorden colectivo que benefició al local y que hasta derivó la lucha de Aguirre contra un recogebalones que perdía minutos.
El ingreso de Blanco tras el descanso dio fuerza al ánimo de los verdes que empujaron hasta conseguir el empate, luego de que el silbante marcara penalti sobre Guillermo Franco, un incansable.
Blanco tomó el esférico y a festejar (69’). El festejo del ‘10’ tricolor rompió la fiesta salvadoreña. México siguió al frente con mayor confianza, pero algo de imprecisiones en los servicios, que les impidieron aprovechar el momento.
En una jugada que no lucía para más, el árbitro Quesada marcó penalti tras una mano en el área de Óscar Rojas. Momento (84’) para que el otro ‘10’, Eliseo Quintanilla, cobrara y regresara la algarabía al Cuscatlán.
Tres minutos después vendría la polémica jugada en la que se invalidó el segundo tanto de Blanco, el del empate. México finalizó el encuentro empapado por la desesperación de no sacar un punto en la presentación de Aguirre. Peor. La selección nacional regresó al país lejos de la clasificación al Mundial, penúltimo en el Hexagonal.
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