Naciones Unidas.-
El mejor homenaje a las víctimas de las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki, Japón, es eliminar el arsenal atómico en el mundo, aseguró hoy el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al conmemorar el 70 aniversario de esos ataques.
En un mensaje con motivo de la efeméride, dirigido a los sobrevivientes de la masacre, Ban indicó que la comunidad internacional tiene “la responsabilidad de honrar su experiencia al garantizar un mundo libre de armas nucleares”.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) destacó que 70 años después que la bomba causó la muerte de cientos de miles de personas, así como severas consecuencias a los sobrevivientes y sus familiares, este organismo respalda el anhelo de lograr un mundo libre de armas nucleares.
En el mensaje, leído en una ceremonia en Hiroshima por el alto Representante para Asuntos de Desarme, Kim Won-soo, el titular de la ONU aseguró que “hago eco de su clamor: no más Hiroshimas, no más Nagasakis”.
Más de 200 mil personas murieron el 6 de agosto de 1945 a consecuencia de la bomba atómica lanzada por Estados Unidos sobre Hiroshima y, tres días más tarde, en Nagasaki.
Asimismo, más de 400 mil personas han muerto a consecuencia de enfermedades y padecimientos provocados por estos ataques.
En ese sentido, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) emitió esta semana un informe en el que asentó que pese al tiempo transcurrido, hospitales japoneses continúan atendiendo a personas afectadas por los ataques nucleares.
El informe precisó que casi dos tercios de las muertes que se registran entre los sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki se deben al desarrollo de cáncer, además muchos afectados otros presentan trastornos psicológicos a consecuencia de tales agresiones.
Mientras, Beatrice Finh, directora ejecutiva de la Campaña Internacional para Eliminar las Armas Nucleares (ICAN), afirmó en un comunicado que pese a que se calculó que los efectos de la radiación de las bombas lanzadas en Japón disminuirían en 10 o 20 años, éstos siguen afectando a la población.
“Setenta años tras los bombardeos atómicos, la gente de Hiroshima y Nagasaki sigue sufriendo de las consecuencias de largo plazo. Las armas nucleares son inhumanas y el sufrimiento humanitario que causan es inaceptable. Por ello deben ser prohibidas”, urgió Fihn.
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