BANGKOK, TAILANDIA.- Un ciudadano turco fue detenido este sábado como sospechoso del mortífero atentado de Bangkok, en posesión de materiales que permitirían fabricar una bomba, en un primer avance significativo 12 días después del drama.
“El sospechoso es de nacionalidad turca”, dijo a la AFP el coronel Banphot Phunphien, portavoz del Comando de Operaciones de Seguridad Interna. “Tenía muchos pasaportes”, añadió, sin precisar su identidad.
En la televisión se mostraron imágenes en las que se podía ver un pasaporte turco de alguien llamado Adem Karadag, de 28 años, junto a varios pasaportes turcos falsos.
Con el anuncio de su nacionalidad cobraría fuerza la hipótesis ya evocada de que el atentado fuera en represalia por la expulsión de Bangkok de un centenar de uigures, una minoría musulmana turcófona reprimida en China, en julio.
Aunque la violencia de signo uigur se ha incrementado, este grupo nunca ha llevado a cabo ataques fuera de China, ni atentados tan sofisticados como el que tuvo lugar ante el santuario Erawan de Bangkok, muy frecuentado por turistas chinos.
En julio, unas 200 personas saquearon el consulado de Tailandia en Estambul para denunciar la decisión de Bangkok.
No obstante, la policía achacó su motivación a cuestiones personales.
“Es un extranjero, pero es poco probable que sea un terrorista internacional, es una pelea personal”, dijo el jefe de policía Somyot Poompanmoung a la prensa según imágenes retransmitidas por la televisión PBS.
La policía tailandesa difundió este sábado una foto del hombre en el momento de su detención, en su apartamento de las afueras de Bangkok. A sus pies podían verse los objetos incautados precintados, entre los que se encontraba una camisa con trazas de TNT.
También había “materiales para fabricar una bomba”, declaró el general Chaktip Chaijinda, jefe adjunto de la policía nacional, que se mostró “confiado en que (el detenido) probablemente estuvo implicado en el atentado”, en el que murieron 20 personas el 17 de agosto en pleno centro de Bangkok.
“No podemos confirmar todavía si se trata del hombre del retrato robot” dibujado a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad, añadió Chaijinda.
Según la orden de arresto y el retrato robot difundido por las autoridades tailandesas, el principal sospechoso era un “extranjero no identificado”, alto, de piel clara, con una camisa amarilla y gafas de montura negra. Se le había escuchado hablar una lengua extranjera que no era inglés.
Esta es la primera detención que se produce desde la explosión en este santuario hindú, en el que también resultaron heridas más de 120 personas, hace 12 días.
SIN REVINDICAR
Los nuevos acontecimientos podrían ayudar a esclarecer el misterio, hasta ahora total, de este atentado de envergadura inédita en Tailandia.
En los último días se había interrogado a varias personas, entre ellos tres uigures, y la policía había hecho varias declaraciones, a veces contradictorias.
La policía y la junta militar en el poder excluyeron en varias ocasiones que el atentado tuviera el sello de un grupo terrorista internacional, aunque no siempre fueron tan asertivos en este sentido.
Acostumbrada a las amplias crisis políticas, Tailandia ha padecido varias actos violentos, pero nunca un atentado con bomba de este tipo, tampoco por parte de los militantes islamistas de la región que sí atacaron otros países del Sur de Asia, como la isla indonesia de Bali en 2002.
Por el momento el ataque tampoco se había vinculado con los rebeldes musulmanes del sur del país, que atentan con frecuencia, pero con menos amplitud y en una zona limitada.
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