México, D.F. / Junio 24.-
El último adiós para Manuel Saval fue rodeado de amigos, familiares y seguidores en la funeraria donde lo velaron hasta la tarde de este miércoles.
Los restos del actor fueron cremados y las cenizas que conservará su esposa Martha Eugenia Gallegos serán las de un hombre dedicado a su familia y a la actuación.
Lo único que le faltaba al actor es que le reconocieran su carrera de 35 años en la actuación para despedirse de la vida a consecuencia de un cáncer de laringe que lo acosaba desde el 2007 por el tabaquismo.
El galán que protagonizó la telenovela “Simplemente María” falleció el martes por la noche a los 53 años de edad, un días después de celebrarle su cumpleaños con un homenaje en el Poliforum Cultural Siqueiros a donde asistieron sus amigos Adal Ramones, Jordi Rosado, Jorge “Coque” Muñiz, María Sorté, Gabriela Goldsmisth, Cecilia Gabriela, Polo Ortín, Aída Pierce y los productores Gerardo Quiroz y Nicandro Díaz.
Juan Manuel Ruíz Saval, quien nació un 22 de junio de 1956 en Sonora, no pudo asistir a su festejo por su delicado estado de salud. De hecho, tenía problemas al momento de hablar, pues sólo emitía algunos sonidos; mientras que su voz se iba apagando poco a poco.
Su único heredero, Francisco Saval definió a su padre como el “Hércules moderno” por su manera de luchar contra ese mal silencioso.
El hijo de la actriz y cantante, Manolita Saval, inició su carrera en el cine en 1975 con la película “El esperado amor desesperado” donde compartió créditos con figuras de la talla de Ofelia Guilmain y Delia Casanova, y su último trabajo fue el proyecto juvenil “Sueños y caramelos” en 2005.
El actor falleció alrededor de las 20:30 horas del martes en su casa de la ciudad de México, al lado de su esposa e hijo.
El pasado mes de mayo, Saval fue sometido a una operación, luego de presentar problemas con la arteria carótida a causa de las quimioterapias que recibía para atacar el cáncer que fue diagnosticado hace tres años: primero en la laringe y después en la amígdala izquierda a consecuencia del tabaquismo.
En 1980 debutó en la televisión en el melodrama “Corazones sin rumbo” con Blanca Guerra, Carlos Piñar y Beatríz Aguirre; un año después participó en “Espejismo” y así continuaron “Lo que el cielo no perdona” (1982), “Pobre señorita Limantour” (1983), con Thalía como protagonista.
Poco a poco fue escalando importantes personajes como en 1984 en la telenovela “Los años felices” del productor Valentín Pimstein y un año después le llegó la oportunidad de protagonizar “Los años pasan” con Laura Flores.
En 1989 le llegó la oportunidad del protagónico con mayor popularidad, junto a Victoria Ruffo en “Simplemente María”, dirigida por el cineasta Arturo Ripstein y Beatríz Sheridan.
Fue la realizadora Sheridan quien lo invitó a trabajar con Thalía, nuevamente, en “María la del barrio” (1995); en 1999, vuelve a hacerlo en “Rosalinda”, como el papá del protagonista, Fernando Carrillo.
Volvió a la pantalla chica como párroco al dar vida a un sacerdote en el melodrama juvenil “Carita de ángel” (2000), la última telenovela de su amiga, la primera actriz Libertad Lamarque.
A partir de esa fecha le ofrecieron personajes para un público infantil, hasta que en 2005 cerró su carrera como actor en “Sueños y caramelos”, del productor Carlos Moreno.
El teatro nunca estuvo ajeno en la carrera de Saval, pues en 1977, junto con Angélica María, participó en la exitosa puesta “Papacito piernas largas”.
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