Para combatir la inseguridad y la delincuencia organizada es necesario conocer la historia de México, aseguró Javier Garciadiego, presidente del Colegio de México, al subrayar que quien no conoce su historia estará condenado a repetirla.
“Si uno revisa la historia del país, hemos tenidos momentos de criminalidad enorme y hemos superado todo eso (…) hemos padecido crisis peores”, indicó.
Desde este martes Javier Garciadiego ocupa la silla 12 de la Academia Mexicana de Historia, ocupada hasta su muerte por Beatriz Ramírez Romero de la Fuente.
El presidente del Colegio de México eligió la entrevista que le hiciera el periodista estadounidense James Creelman a Porfirio Díaz hace un siglo, en 1908, como discurso de recepción.
En esa entrevista, Díaz aseguró que estaba dispuesto a dejar el poder en 1910, que los mexicanos estaban “preparados para escoger a sus gobernantes sin peligro de revoluciones y que aplaudiría la creación de un partido” de oposición, que no buscara la destrucción del país, recordó.
En su largo y detallado discurso, dijo que la entrevista Díaz-Creelman es una enseñanza de que se tienen que transparentar las decisiones políticas.
“No a los acuerdos cupulares, como pretendía hacer Porfirio Díaz, no a cambiar de orientación política al cuarto para las 12”, señaló.
El también historiador Enrique Krauze fue el encargado de responder el discurso de Garciadiego Datan así como de darle la bienvenida a la Academia Mexicana de la Historia.
Dijo que pocas veces se han dado casos de ingreso como el de Garciadiego, ya que con una votación unánime ganó como en los viejos tiempos con “carro completo”.
Señaló que un país demasiado fijo en su pasado, en las discordias de su pasado, puede incurrir en desvarios y limitar sus opciones del presente.
Pero un país que descuida su memoria, agregó, puede desviar también la falta de identidad.
Sobre el discurso de recepción de Garciadiego, dijo que los temas que trataron Díaz y Creelman son tan vigentes como el poder, la libertad y la democracia, “y no podemos fingir, ni fingir que fingimos, haberlos resueltos”.
Krauze comparó a Garciadiego con un “Sherlock Holmes acucioso y retrospectivo”, y destacó características que dijo son infrecuentes en el gremio de escritores: generosidad, humildad y caballerosidad.
Al terminó de la ceremonia se le impuso una medalla con el escudo de la academia.
En entrevista posterior, Krauze expresó que “ya estuvo suave con los informes imperiales”, sobre el cambio en el formato presidencial del pasado 1 de septiembre.
El historiador consideró que es mejor enviar y responderlo por escrito y no tener que leer ante el Congreso de la Unión el mensaje, “yo sí lo viví y era horrible”, opinó.
Señaló que “es mejor esa forma sobria (de entregarlo) y se elimine ese gesto imperial” del Día del Informe.
Mencionó que de pruebas mucho más difíciles ha salido México e incluso de situaciones más complicadas.
Sobre la marcha contra la inseguridad, dijo que le “caló muy hondo” a las autoridades, y confió en que se den iniciativas ciudadanas concretas contra ese flagelo.
Asistieron al evento Jean Meyer, Carmen Aristegui, María Teresa Franco, Miguel León Portilla, entre otros.
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