La Suprema Corte de Justicia de la Nación fue requerida para que de una vez emita su opinión respecto a las candidaturas independientes, aquellas que no están respaldadas por las siglas de algún partido político, agregaría, porque independientes, independientes, habría que verlo.
Mi mamá tenía un dicho cuando algo se presentaba que era imposible de parar: “A ver, pónle puertas al mar”.
Las candidatutas independientes suenan parecido a eso, los congresos locales, incluida la actual legislatura encabezada por Ramiro Ramos, dio una por otra, da la bendición para que 22 mujeres sean postuladas a las alcaldías y la mitad de las diputaciones, pero le cierra el paso a las y los candidatos independientes aplicando candados, les llaman, que resultan dificultosos de cumplir.
No lo veo como algo salido de la razón, es parte de la tarea de los que están ahí y que llegaron bajo el cobijo de unas siglas, dirán que si a ellos les ha costado que les reconozcan años de militancia o al menos de servidumbre en un partido político cómo es que van a dejar que “cualquiera” se siente en la mesa que a ellos les costó años que les pusieran.
Tal vez tengan razón, pero como la frase de mi mamá “A ver, pónganle puertas al mar”.
Las candidaturas sin siglas políticas seguirán y seguirán presentándose cada vez más repetidas, cada vez más representadas por tránsfugas de partidos como Jaime Rodríguez Calderón. Pese a lo que digan los Congresos locales, acuérdense que orden de la SCJN mata cualquier rebelión pueblerina. Y esas postulaciones al final serán apoyadas por los propios partidos políticos porque así le conviene al sistema, es una forma de aplicar una válvula de escape a la inconformidad ciudadana ante esas organizaciones que cambiaron el rumbo del país velando por sus propios intereses, o sea les ha valido puro cacahuate la Nación o los mexicanos, mejor dicho.
Considero que es muy pronto para hablar de diputados ciudadanos, o un gobernador ciudadano. Tendremos que esperar por lo menos tres años para ver si su desempeño se aleja de lo que comúnmente hacen los legisladores y los gobernadores de partido.
Eso por una parte, por otra, los sueños guajiros que podrán confirmarse en la realidad y que el que será gobernador de Nuevo León les resulta que prefiere “cabalgar” en el 2018 hacia Los Pinos y aventar a los nuevoleoneses a la basura, ello vendría a ratificar que en este país no es posible tomar a nadie en serio, ni siquiera a aquellos que se autonombran “independientes”.
Entonces, para que puedan participar ciudadanos comunes como candidatos independientes tendrán que dejar sus trabajos, si tienen una familia de dónde sacarán dinero para mantenerla mientras ellas o ellos andan de casa en casa pidiendo firmas o rogando que accedan a asistir a un mitin donde las autoridades electorales puedan contarlos, como es el caso de Puebla que quiere presencia física de los apoyadores.
Seamos realistas una o un ciudadano común necesita más que buenas intenciones para convertirse en candidato independiente exitoso, y es un equipo de trabajo y eso cuesta, si no en el momento, sí cuando asuma el cargo y vuelve la burra al trigo. Y por lo tanto veremos a organizaciones “ciudadanas” como Podemos o Ciudadanos en España, que le están quitando posiciones a los partidos tradicionales, pero en el fondo están presentando los mismos problemas que este tipo de organizaciones, vamos están hechas por seres humanos, tienen que repetir sus esquemas.
Y por lo tanto, independientes, independientes no serán, si no lo creen pregúntenle a quien llegará este domingo al “Palacio de Cantera”, como le llaman al palacio de gobierno de Nuevo León que arribará acompañado de 400 cabalgantes a sentarse en la silla estatal.
Entonces tal vez para comenzar, la SCJN tendría que cambiarle el nombre a las candidaturas y ponerles sin partido, porque independientes, independientes, está por verse.
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