MÉXICO, D.F.-
Entre el 1 de enero de 2014 y el 19 de octubre de este año se han consumado 24 linchamientos en territorio nacional, revela un recuento realizado por EL UNIVERSAL. De estos casos, 16 tuvieron lugar en lo que va de 2015.
Chiapas con seis casos, Puebla con cinco, Tabasco y Oaxaca con cuatro cada uno y Estado de México con tres concentran 22 de estos 24 linchamientos. Los otros dos tuvieron lugar en Baja California y Quintana Roo.
De acuerdo con el balance de este diario, en el lapso en cuestión se han registrado en total 72 incidentes relacionados con linchamientos, en sus variantes de tentativa y consumación –26 en 2014 y 34 en 2015–, en 11 entidades federativas, entre las que se incluyen, además de las ya mencionadas, Distrito Federal, Veracruz, Hidalgo y Campeche.
Expertos consultados señalaron que la proliferación de este fenómeno es un síntoma de crisis de autoridad, “pues la gente no ve mecanismos confiables que impartan justicia y decide hacerla por sí misma”.
Gustavo López Montiel, catedrático del Tecnológico de Monterrey, agregó que el tema de la impunidad se encuentra relacionado con este asunto, pues de cada 100 delitos, sólo uno llega a una sentencia condenatoria.
“Una pequeña parte se denuncia, pocos va a proceso y de ahí el dato. Por eso la persona que realiza una acción delictiva no va a proceso”, dijo el también investigador.
Destacó que los linchamientos van contra el Estado moderno, pues si bien un sector de la sociedad mexicana lo ve como practica justificable para castigar la violación a las leyes, “este tipo de hechos atenta contra las el Estado de derecho y la normatividad vigentes”.
En tanto, Raúl Rodríguez Guillén y Norma Ilse Veloz, investigadores de la UAM-Azcapotzalco, indicaron que por sus características y contexto, actualmente el fenómeno adquiere un carácter novedoso, “pues en las condiciones de cambio socio-político destaca la acción colectiva y la violencia social de grupos heterogéneos que pretenden restituir el orden social a nivel micro ante la incapacidad de las autoridades de actuar contra la violencia e inseguridad públicas en el sentido que la sociedad espera”.
Autores del estudio Linchamientos en México: recuento de un periodo largo (1988-2014), publicado por esa casa de estudios, los especialistas advirtieron que mientras las condiciones de injusticia prevalezcan y las autoridades encargadas de brindar seguridad pública no lo logren, es muy probable que estos casos de acción colectiva se sigan registrando con una mayor frecuencia, “configurando una situación de incertidumbre que resumimos en la expresión que afirma que nuestra vida actual transcurre entre el Estado de derecho y el espíritu de Fuenteovejuna.
“Cuando las instituciones del Estado no llegan, o llegan tarde o mal en la percepción de los actores, y esta situación persiste en el tiempo, la delegación del poder coactivo en el Estado pierde sentido y reaparece el ejercicio de la violencia por parte de los actores.
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