MÉXICO D.F., julio 5.-
La más rápida, la más venenosa, la más voraz y la más larga son algunas de las víboras que se podrán apreciar en la exhibición Víboras Top 10 que se inauguró en el Parque Ecológico Xochitla, en Tepotzotlán.
Se trata de la primera colección en México que exhibe juntas a la Mamba Negra y la Mamba Verde, especies destacadas por los herpetólogos como dos de las más mortíferas y exóticas del mundo.
Se encuentra también la única que podría matar a un elefante, pues sus colmillos son lo suficientemente largos para atravesar su piel.
Pero si de letalidad se trata, con el veneno que escupe la de al lado podrían morir al menos 10 personas adultas.
En colaboración con el grupo Viperidae, la asociación civil Xochitla impulsó esta muestra con la finalidad de sensibilizar a los visitantes acerca de un animal culturalmente mal visto, según explicó Juan Arvizu, director general de Fundación Xochitla. “Se trata de no satanizar a estos animales tan benéficos para la preservación del equilibrio ambiental”, dijo.
Como parte de las ventajas que representan las serpientes para los ecosistemas está el control natural de plagas que pueden convertirse en un foco de enfermedades y de destrozos agrícolas.
Asimismo, aquellas que son venenosas resultan muy importantes para la medicina y la industria farmacéutica.
Las 70 hectáreas del parque ecológico Xochitla, que corresponden a 0.003% de la superficie del estado de México, albergan a más de 5% de la herpetofauna mexiquense, lo que incluye camaleones, lagartijas, víboras, tortugas y otros reptiles. Es por ello que los estudios de este parque resultan de suma importancia para comprender la fauna que habita en la Sierra de Tepotzotlán y la zona norte del Valle de México.
En la muestra se encuentran también algunas de las especies endémicas que habitan dicho ecosistema, como el Cincuate y diferentes víboras de Cascabel, aparte de otros animales representativos del país como el pejelagarto y algunas tarántulas.
Durante el recorrido inaugural varias madres de familia se horrizaron ante las serpientes y tarántulas en exhibición; sin embargo, varios niños acercaban su oído al vidrio para escuchar el cascabeleo de especies molestas y se fascinaron con la capucha de la cobra albina.
“No tengas miedo mamá, tu les das más miedo”, exclamó uno de ellos.
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