México.-
Alejandro Fernández “El Potrillo”, compartió con el público la alegría de vivir por lo que, como parte de “Confidencias World Tour 2015”, ofreció en el Auditorio Nacional un concierto alegre y emotivo en el que celebró estar rodeado de sus familiares y amigos.
A las 21:15 horas apareció Fernández, elegantemente vestido con un traje oscuro para cantar “Cóncavo y convexo” y a partir de entonces emergió una cascada de éxitos en la que incluyó más de 30 temas y dos cambios de vestuario.
“Se me va la vida”, “Cuando digo tu nombre”, “Estuve”, “Qué voy a hacer con mi amor”, “Desahogo”, “Hoy tengo ganas de ti”, fueron las canciones con las que inició la conquista a su público que no paró de aplaudir en el recinto en cuyo escenario hubo cuatro pantallas, vídeos que enmarcaron cada una de las canciones, y luces multicolores.
Para celebrar el Día de Muertos que está por llegar, sus nueve músicos aparecieron en el escenario con el rostro cubierto por maquillaje y/o máscaras alusivas a la muerte; también formaron parte del espectáculo tres coristas quienes además de contribuir con su voz al lucimiento del show, acompañaron a Fernández en algunas sencillas pero lucidoras coreografías.
Fernández señaló que agradece el estar vivo después del accidente automovilístico que sufrió a principios del pasado septiembre y aseguró que a partir de entonces ve la vida de otra manera y la valora más porque además “acabo de tener laringitis y bronquitis” y se dijo a sí mismo “no sé cómo estoy aquí”.
El cantante agradeció a Dios, a sus padres por formar la familia a la que pertenece, a sus hijos, y a su público, así como a todo su equipo de trabajo que lo acompañen en los momentos difíciles que ha sorteado en los días recientes.
Continuó con “Te amaré”, “Me hace tanto bien”, “Te voy a perder”, “Te lo dije cantando” y después dio paso a un breve acústico que se compuso de “Me dediqué a perderte”, la cual fue coreada por el público, “No sé olvidar”, y “Si tú supieras”.
A continuación apareció el mariachi con sus 11 integrantes también maquillados evocando a la muerte, quienes para animar aún más al público entonaron “El cascabel”, “Jesusita en Chihuahua” y “El carretero”.
Al término de dichos temas apareció Alejandro enfundado en un traje de charro color negro para cantar “¿Dónde vas tan sola?”, por lo que el público no paró de celebrar el escuchar música mexicana y ver a su cantante con salud y lleno de vida.
A continuación el hijo de “El Charro de Huentitán”, Vicente Fernández, combinó el ambiente festivo con el toque romántico por lo que regaló temas como “Mátalas”, “¡Qué lástima!”, “Cascos ligeros”, “Abrázame”, “Es la mujer”; y “No”, una de las más aplaudidas de la velada.
Como reconocimiento al compositor chiapaneco Jorge Massías, quien falleció el pasado mes de mayo, Fernández cantó algunos de los grandes temas que escribió y que han sido clave en la trayectoria musical: “Loco”, “Nube viajera”, y “Niña amada mía”, con la que Alejandro evidentemente conmovido llegó a las lágrimas.
“Sin tantita pena”, “Como quien pierde una estrella” fueron los temas con los que Alejandro pretendía despedir este “show” pero el público le impidió retirase.
Para cerrar con broche de oro interpretó “la herencia musical de su padre”, y así se escucharon “Las llaves de mi alma”, “Por tu maldito amor”, “Mujeres divinas”, “Me voy a quitar de en medio”, “Para siempre”, “Hermoso cariño”, “Estos celos”, “Acá entre nos”, y “De qué manera te olvido”.
“El Potrillo” se volverá a presentar en “El Coloso de Reforma” este viernes.