México, D.F.- Fundadores, líderes, analistas y dirigentes del PRD admitieron que la detención de Erik Ulises Ramírez Crespo, presidente municipal de Cocula, junto con Adán Casarrubias, capo de “Guerreros Unidos”, dañan la imagen del partido de cara a las elecciones de 2016.
Leonel Godoy, ex gobernador de Michoacán, aseveró que el caso “le daño al PRD, aunado a problemas de línea política”.
Líderes de corrientes como René Bejarano, de Izquierda Democrática Nacional; Carlos Sotelo, de Patria Digna —a la que pertenece Ramírez—, y Vladimir Aguilar, de Foro Nuevo Sol, aceptaron que la detención del edil genera en la sociedad la percepción de que el PRD está ligado con el crimen organizado.
Carlos Navarrete, presidente nacional del partido, dijo en rueda de prensa que la Procuraduría General de la República (PGR) debió indagar los expedientes que entregó sobre cada uno de sus aspirantes a cargos de elección popular en Guerrero.
La PGR respondió que no se encuentra dentro de sus atribuciones verificar antecedentes de candidatos a puestos de elección popular y, en caso de que hubiera indagatoria en curso, está impedida de proporcionar información del expediente.