Un buen hombre o una buena mujer

Pasada la resaca de la elección para la integración del Congreso federal, en Tamaulipas se abre el tiempo de la lucha por la nominación a la candidatura para gobernador.
Definido prácticamente quiénes ocupan las diputaciones federales, la clase política tamaulipeca enfoca sus baterías a construir posibles candidaturas, la más importante es quién gobernará el Estado después de Geño.
Los nombres que se barajan para participar en la carrera por la gubernatura, en el caso de PRI, el que más insistentemente se escucha es del doctor Rodolfo Torre, quien ha ocupado cargos en el DIF estatal y se desempeñó como secretario de Salud y es una de los colaboradores más cercanos a Eugenio. Ahora hay que esperar a su licencia a la diputación federal, para reincorporarse al Estado como funcionario o como precandidato. No sería la primera vez que pide permiso para separarse de su responsabilidad como legislador.
En la revisión de nombres de posibles están varios alcaldes, entre ellos el de Nuevo Laredo, Ramón Garza Barrios, quien hizo un papel decoroso como diputado local y como presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso.
También se menciona a Arturo Díez Gutiérrez, el alcalde victorense con una carrera muy incipiente dentro de la política, ya ve ni siquiera cambió su dirección en la credencial de elector y tuvo que votar en una casilla distinta a la de su esposa, dicen de él que es hechura de Geño y que cuando se hereda es al hijo, no al hermano.
Otro alcalde es Oscar Luebbert, quien se ha convertido en el eterno aspirante a la gubernatura, se piensa que sus contactos con el CEN del PRI, podrían ponerlo en posibilidades.
En esta lista ni para qué mencionar a Oscar Pérez Inguanzo, el alcalde tampiqueño, su pobre desempeño al frente de la comuna lo dejó fuera del listado privilegiado de aspirantes con posibilidades.
A Erick Silva, de Matamoros le conceden cierta posibilidad, aunque todavía le falta crecer dentro de la política y lo más probable es que lo integren en el próximo equipo estatal.
En esta ristra de suspirantes hay varios ex alcaldes, como Baltazar Hinojosa y Javier Gil, el primero es herencia del anterior sexenio y el segundo también es hechura del actual gobernador, sólo por esto es mejor no descartarlo.
Por más que busco mujeres con posibilidades de ser mencionadas como aspirantes a la candidatura a excepción de Amira Gómez, la senadora, es la única que se llega  a la mente, el problema está en que la manera como se hizo del cargo federal dejó muy mal sabor de boca en la clase política victorense, porque los chamaqueó y les sacó la senaduría de la bolsa dejando a José Manuel Assad fuera del Senado.
Por cierto, Assad Montelongo, secretario de Educación en el Estado pide que no lo den por muerto, la pérdida de la elección por la senaduría es una lección que le caló hondo y seguro que aprendió a no confiarse.
La decisión de quién será el candidato priista, como lo hemos anotado en otras columnas, será tomada en solitario y de acuerdo a la manera como se ha desenvuelto Eugenio donde su equipo en la alcaldía es el mismo que lo acompaña en la gubernatura, se cree que de ahí saldrá el nombre del elegido.
Y aunque resulte muy temprano tocar este tema, es conveniente establecer que Tamaulipas necesita una mujer o un hombre bueno, que actúe con sensatez, con sensibilidad para dirigir el destino de más de tres millones de tamaulipecos.
Alguien que esté consciente que el dinero no lo es todo en la vida y que éste llega por añadidura cuando el trabajo está bien realizado.
Alguien que voltee a ver a la población que necesita apoyo para salir del bache económico en el que estamos.
Que enfoque sus baterías a hacer crecer el campo, el turismo y la industria, para que haya empleos bien remunerados.
Que se conduela de aquellos tamaulipecos que no tienen seguridad social y que carecen de servicios médicos de calidad.
Que vea al Estado como una oportunidad de servir, no de servirse y de hacer negocios que aseguren el futuro de varias generaciones de familiares.
Lo único que se pide es el respeto a la legalidad y a la justicia.