Phoenix, Arizona / Julio 12.-
Javier Aguirre necesita urgentemente que el equipo mexicano reaccione y alcance al menos las semifinales de la Copa de Oro. Solamente así podrá estar en la banca para el crucial duelo ante Estados Unidos de la eliminatoria, justo dentro de un mes, dada la sanción de tres partidos impuesta por la Concacaf, tras su agresión al panameño Ricardo Phillips.
Sin el técnico en la banca, la Selección debe darle un giro a su juego al enfrentar a una sorprendente Guadalupe, que llega al duelo como líder de grupo. México, que gracias a la derrota de El Salvador, aseguró su pase a los cuartos de final del torneo, debe ganar para evitar a Costa Rica o Estados Unidos en la siguiente etapa del torneo.
De finalizar segundos, los de Aguirre enfrentarían a los ticos y en caso de ser terceros a Estados Unidos. De ahí la importancia en remediar los problemas que han tenido en la cancha, en busca de la victoria: “No sería lo ideal no estar (el 12 de agosto). Haciendo cuentas, debemos llegar a la semifinal para cumplir el castigo, estar en la final, si Dios quiere y no tener problemas en las eliminatorias”, dijo el técnico.
¿Cómo hacer realidad este panorama?: “Contundencia”, explica Aguirre, en clara exigencia para los encargados de la ofensiva tricolor. “Quiero profundidad y contundencia. Nos falta hacer más goles”, añade. Un día antes, Omar Bravo manifestó la misma inquietud que el técnico, se trata de una turbación del grupo completo. “Debemos tener mucha fortaleza mental para salir de eso. Asumo mi responsabilidad como delantero, pero estoy convencido de que llegará el gol”, dice.
Durante el entrenamiento previo al duelo ante Guadalupe, Aguirre tuvo largas charlas con Mario Carrillo, auxiliar de campo. Pizarrón en mano hablaron de las posibilidades y los entornos en la cancha. El estratega nacional dice confíar en la gente que eligió para acompañarle. “Son muy capaces, confío en ellos plenamente”, dice.
Manuel Vidrio, el otro auxiliar, se suma a la charla que a veces se interrumpe por los ejercicios de los jugadores, las tres mentes detallan lo último de un esquema en el que ha anunciado que habrá movimientos, todos obligados, algunos por suspensión, otros por funcionamiento.
Las modificaciones, según la preocupación de Aguirre, van de mediocampo hacia adelante. Israel Castro tomará el lugar del suspendido Luis Miguel Noriega como escudero de Gerardo Torrado en la zona de recuperación. El otro cambio que se perfila es el de Pablo Barrera por Alberto Medina en la zona de desborde por la banda derecha. “Pienso movimientos en un par de jugadores nuevos para buscar ganar el partido y quedar primeros”, explica.
Pendiente del entorno, Aguirre ha respondido a la preocupación manifiesta por el andar del equipo en el torneo previo a la reactivación de la eliminatoria mundialista.
“La preocupación es legítima, el equipo mexicano es cuarto en una eliminatoria en la que tres califican directos al Mundial, pero puedo garantizar esfuerzo y si los resultados nos acompañan, la gente se irá despreocupando”, dice; eso sí, por lo pronto, la presión es máxima.
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