Moscú, Rusia.- El embargo que Moscú impuso a Ankara tras el derribo de un caza en la frontera entre Turquía y Siria se limitará a frutas y verduras, pero podría ser ampliado, informó ayer el gobierno ruso.
Rusia importa de Turquía sobre todo tomates y vegetales, por lo que la falta de productos frescos hace temer que haya escasez en el periodo de fiestas. Las mercancías industriales estarán exentas.
En el sector de los transportes, el número de empresas de transporte autorizadas a operar en Rusia pasará de 8 mil a 2 mil, precisó Dvorkovich.
“Estas medidas (…) sólo constituyen un primer paso”, advirtió el primer ministro Dmitri Medvedev, quien agregó que podrán ser ampliadas si las autoridades lo consideran necesario.
En un decreto, el presidente ruso Vladimir Putin impuso la suspensión de los vuelos chárter entre Rusia y Turquía, la prohibición de emplear trabajadores turcos en empresas rusas y el restablecimiento de visas entre ambos países.
Con respecto a los productos afectados por las sanciones económicas estos son principalmente alimentos.
“Estimamos que hay que evitar al máximo nuevas alzas de precios en el mercado interno. Para esto proponemos aplicar esta prohibición con algún retraso (…) para que los consumidores y los comerciantes tengan tiempo, algunas semanas, para encontrar otros proveedores”, precisó el viceprimer ministro Arkadi Dvorkovich.
Rusia ya impuso un embargo a los productos agrícolas y alimentarios de los países que impusieron sanciones a Moscú por el conflicto en Ucrania, especialmente a las importaciones de la Unión Europea.