Con un espectáculo deslumbrante y emotivo que destacó el valor, la dignidad y el sueño de la vida, los Juegos Paralímpicos Beijing 2008 fueron inaugurados en la capital china, uniendo al mundo bajo un sueño compartido de “trascendencia, integración e igualdad” para los discapacitados.
Un número récord de más de cuatro mil atletas de 147 países y regiones, 10 veces la cifra del debut de los Juegos en Roma en 1960, marcharon en el “Nido de Pájaro” en medio de los gritos de júbilo de los espectadores en las gradas, antes de que el presidente chino, Hu Jintao, declarara inaugurada la justa a las 22:36 hora local.
“Estos Juegos tendrán más atletas, más naciones competidoras y más eventos deportivos que nunca antes”, dijo Philip Craven en su discurso en la ceremonia de inauguración, y los llamó “un hito en la historia paralímpica”.
El evento de tres horas llegó a su clímax cuando Hou Bin, el triple campeón de salto de altura paralímpico de China con una sola pierna, encendió el pebetero.
La llama paralímpica, encendida por primera vez el 28 de agosto en el Templo del Cielo de 600 años de antigüedad y ubicado en el sur de Beijing, fue llevada por 850 portadores a lo largo de 11 ciudades chinas en nueve días, cubriendo una distancia de 13,181 kilómetros.
Poco antes de que el fuego iluminara el estadio, la bandera del Comité Paralímpico Internacional (CPI), que tiene el logotipo del CPI con curvas rojas, azules y verdes, un nuevo diseño adoptado en 2003 y usado en unos Juegos Paralímpicos por primera vez, fue escoltada al estadio por un equipo de ocho medallistas de oro paralímpicos chinos, y fue izada a un lado de la bandera nacional china.
En nombre de todos los atletas y funcionarios, la deportista china Wu Chunmiao y el juez de goalball, Hao Guohua, cada uno tomando de una esquina la bandera del CPI, prestaron el juramento paralímpico en el que prometieron conservar el carácter justo y limpio de los Juegos.
Los deportistas paralímpicos, muchos en sillas de ruedas o con muletas, y que se apoyaban entre sí en la pista, entraron en el estadio minutos después de que empezara la ceremonia de inauguración a las 20:00 en punto hora de Beijing.
Wang Xiaofu, un nadador amputado de 20 años de edad que ganó tres medallas de oro con tres récords mundiales en Atenas 2004 y que competirá en siete pruebas esta vez, fue el abanderado y quien encabezó al equipo chino.
Mientras los atletas locales, que competirán en los 20 deportes y en 295 del total de 472 eventos de la justa, están ansiosos y listos para entregarse en casa y repetir su gloria de hace cuatro años, enfrentarán la difícil competencia de tradicionales potencias paralímpicas como Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y Australia.
Sentados en el suelo del Estadio Nacional, los atletas se sumaron a los espectadores para gozar de una hora de presentaciones artísticas tituladas “Volando con un Sueño”.
El espectáculo, cuidadosamente preparado por cerca de dos años, fue realizado como un cuento de hadas en el que todo el suelo del estadio se pintó de azul con una reluciente “base de jade blanco” de 72 metros de diámetro en el centro.
“Los Juegos Paralímpicos de Beijing son una gran reunión de personas con discapacidad de todo el planeta”, declaró Liu Qi, presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos Beijing 2008 (BOCOG), en la ceremonia de inauguración.
“Educa a la gente en el poder del amor, y alenta a la gente a dedicar más comprensión, respeto y apoyo a la gente con discapacidad”, señaló.
“A través de los Juegos Paralímpicos, el espíritu humanitario se eleva a nuevos niveles, y la causa de la gente con discapacidad es promovida más ampliamente”.
Entre la población discapacitada del mundo de más de 600 millones, unos 83 millones viven en China.
En un almuerzo de bienvenida de los Juegos Paralímpicos de Beijing ofrecido hoy, el presidente de China, Hu Jintao, prometió que el país tomará los Juegos como una oportunidad para proteger mejor los derechos e intereses de los discapacitados, y garantizar que compartan los beneficios del desarrollo económico y social como miembros iguales de la sociedad.
“Los Juegos Paralímpicos de Beijing son testimonio de la confianza que el mundo ha otorgado a China. El gobierno chino y su pueblo han apoyado el trabajo de preparación de los Juegos Paralímpicos de Beijing con inmenso entusiasmo”, explicó Liu, añadiendo que el BOCOG no ha escatimado esfuerzos para lograr la meta de “Dos Juegos, Igual Esplendor.”
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