Bamako, Malí
Ninguna de las 118 personas que viajaban a bordo del avión de Air Algérie accidentado el jueves en el norte de Malí sobrevivió a la catástrofe, anunció el viernes Francia, que recuperó una caja negra del aparato siniestrado.
“Lamentablemente, no hay ningún superviviente”, declaró el presidente francés, François Hollande, quien añadió que militares franceses enviados al lugar para proteger la zona “recuperaron una caja negra”.
En el avión de la compañía española Swiftair operado por Air Algérie viajaban 54 franceses, 23 burkineses y ciudadanos de otros países, entre ellos Canadá, Líbano y Argelia, que declaró un duelo nacional de tres días. Los seis miembros de la tripulación eran españoles.
Asimismo, la cancillería de Chile confirmó a la AFP que una ciudadana chilena María Paulina Neira Juliá se encuentra también entre los fallecidos, si bien se la identificó al principio como ciudadana francesa al poseer la doble nacionalidad.
El presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, y su homólogo burkinés, Blaise Compaoré, visitaron por separado el lugar del accidente, situado cerca de Gossi a unos 100 km de Gao.
Veinte gendarmes y policías franceses se dirigían al lugar del accidente para llevar a cabo una investigación e identificar a las víctimas.
Hollande dijo que investigan todas las hipótesis, principalmente la del mal tiempo.
La tripulación había señalado que cambiaba de ruta a causa de las condiciones meteorológicas particularmente difíciles.
Un helicóptero del ejército burkinés localizó los restos del aparato, un McDonnell Douglas MD83, el jueves en la zona de Gossi, una ciudad del norte de Malí cerca de la frontera con Burkina Faso.
El avión, que se dirigía a Argel, se estrelló 50 minutos después de despegar de Uagadugú.
La presidencia francesa confirmó que el aparato, totalmente “desintegrado”, fue localizado y que un drone del ejército francés sobrevoló la zona del accidente la noche del jueves.
Un destacamento terrestre de un centenar de soldados franceses, que partieron de la ciudad malí de Gao en unos 30 vehículos, llegaron la mañana del viernes al lugar de la catástrofe para proteger la zona y recoger los restos de los pasajeros.
La secretaria de Estado a cargo de los franceses en el extranjero, Fleur Pellerin, dijo desde Burkina Faso que “no había personas sospechosas entre las registradas en el avión”, si bien “habrá que esperar hasta poder investigar en el lugar”.
“La configuración del sitio y las imágenes que han mostrado esta mañana, hacen pensar que se trata probablemente de una causa mecánica ligada a las condiciones meteorológicas”, agregó.
Las imágenes filmadas en el lugar por soldados burkineses muestran restos metálicos difícilmente identificables esparcidos en un radio de decenas de metros. Los principales elementos del avión no son visibles.
– Avión en “mil pedazos”
Según el primer ministro burkinés, Luc Adolphe Tiao, el avión “se descompuso en mil pedazos”.
Será “muy difícil” recuperar los cuerpos de las víctimas, afirmó por la noche el general Gilbert Diendiéré, jefe de Estado Mayor de la Presidencia burkinesa, de regreso del lugar del accidente con el presidente Compaoré.
El aparato está “completamente desintegrado. Resulta difícil recuperar nada, ni los cuerpos de las víctimas porque sólo hemos visto trozos de carne humana esparcidos por el suelo”, declaró el general Diendiéré.
“Los restos estaban diseminados sobre una distancia de 500 m, pero hemos podido comprobar que esto se debió a que el avión se estrelló primero en el suelo y seguramente rebotó. Un cráter muy visible en el suelo muestra que el avión tocó suelo antes de desintegrarse”, añadió.
“Una de las dos cajas negras” del avión fue encontrada, “sigue la búsqueda” de la segunda y “creo que la caja negra que hemos encontrado nos permitirá disponer de elementos nuevos”.
La región de Gao es una zona peligrosa, donde están presentes yihadistas, bandidos y traficantes de armas, que se aprovechan de la inmensidad de esa región, en parte desértica, difícil de controlar.
Los soldados franceses están presentes desde el inicio de la intervención francesa en Malí en 2013 para expulsar del norte del país a grupos vinculados con Al Qaida en el Maghreb Islámico (AQMI), una región que ocuparon durante nueve meses.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) indicó el viernes que “hará todo lo posible” por mejorar la seguridad aérea, que es la prioridad, tras una semana negra en la que más de 460 personas han muerto en tres accidentes aéreos.
Un total de 48 personas murieron en un accidente aéreo en Taiwán, a causa del mal tiempo, mientras que otras 298 personas fallecieron en un avión de Malaysia Airlines fuera derribado por un misil en el este de Ucrania.
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