Cd del Vaticano.-
El Papa Francisco inauguró hoy la iniciativa “los viernes de misericordia”, con una visita sorpresa a un grupo de ancianos residentes en una casa de reposo, ubicada al noroeste de Roma.
Por la tarde de este viernes, alrededor de las 16:00 horas locales (15:00 GMT), Francisco apareció de repente en la residencia Bruno Buozzi acompañado sólo por un clérigo, Rino Fisichella, el encargado de la organización del Año Santo dedicado a la misericordia.
La visita causó desconcierto y emoción en los 33 ancianos que viven en el lugar, así como en los enfermeros, médicos y personal de servicio, ninguno de los cuales había sido informado al respecto.
El pontífice saludó a uno por uno, intercambiando algunas palabras con todos.
Antes de volver al Vaticano se dirigió también la Casa Iride, donde viven seis enfermos en estado vegetativo. Se trata de una estructura que no está organizada como un hospital, sino como una casa de familia, donde los pacientes pueden ser asistidos continuamente por sus familiares.
Alrededor de las 17:15 horas locales (16:15 GMT), Jorge Mario Bergoglio emprendió su regreso al Vaticano.
De acuerdo con la sala de prensa de la sede católica, estas visitas fueron las primeras de la iniciativa “los viernes de la misericordia”, en los cuales el pontífice cumplirá distintas obra de misericordia ejemplares.
“En especial, en esta ocasión el Papa quiso subrayar, contra la ‘cultura del descarte’, la gran importancia y preciosidad de las personas ancianas, de los abuelos, del valor y la dignidad de la vida en cada situación”, agregó.
El 8 de diciembre pasado, Francisco inauguró el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, un periodo de 12 meses durante los cuales los fieles católicos de todo el mundo podrán obtener gracias espirituales particulares.
El obispo de Roma ha pedido a los feligreses que en este tiempo dediquen espacio en sus vidas para cumplir con alguna de las llamadas “obras corporales de misericordia”, que forman parte de una tradición antigua en la Iglesia.
Estas son: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediente, dar posada al peregrino, visitar al enfermo, vestir al desnudo, visitar al encarcelado y enterrar a los muertos.
Ya hace tiempo, el Vaticano anticipó que, durante este año, Bergoglio cumpliría cada mes algunas de estas obras misericordiosas, pero no se informó cuáles, cuando y dónde serían. Por eso en los próximas semanas se esperan más sorpresas.
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