Estamos casi a punto de iniciar un ejercicio sexenal más para elegir gobernador y alcaldes en la entidad tamaulipeca. El ejercicio que terminará, lo acaba entre balaceras y secuestros, atropellos a las libertades y lo que usted guste agregar.
Una de las referencias del gobernador actual, es que desconocía el quehacer en el ejercicio gubernamental, que yo lo pongo en tela de juicio, pues el mandatario Egidio Torre, fue alcalde de Ciudad Victoria, es decir no era un desconocedor de la política, de sus intrincados y velados pasajes, todo fue en vano y con más pena que gloria termina su actuación.
Viene como digo este nuevo ejercicio y la ciudadanía seguramente estará más preparada para ejercer su voto y en el caso, aplaudirá o recriminará los desaciertos de quien continúe con el mando. Pero hay que votar, ese es el boleto para exigir una actuación de gobierno real y representativa, que actualice su presencia, que se ponga “las pilas”, que con ello genere el bienestar que la ciudadanía requiere y demanda.
Queremos seguridad y libertad ¡ciertas! no de fábula, deseamos crecer y progresar a expensas de un gobierno cierto, “del pueblo y para el pueblo”, no de pico, sino de acción. Esta demanda es primordial, más el voto es como digo el pasaje para lograrlo; ya estamos cansados de falsas promesas e ineficacias, en el ejercicio gubernamental que curiosamente siempre recae con la clase media y menesterosa.
“Hay que darle de comer a los pollitos que tienen hambre y tienen frio”. Resumiendo, apoyar al jodido y al que paga impuestos reales y de extracción.
Porque en nosotros está: nadie lo hará si no se le exige, no sé quien vaya a ser el seleccionado como candidato, o mejor dicho los candidatos de los diferentes partidos, pero una vez que esto ocurra, apoye al de su preferencia, para que si resulta electo sienta el peso de su compromiso para con el pueblo, no como una dádiva de una pieza de bolillo en campaña.
Haciendo a un lado mis afinidades políticas, existe en Reynosa un grupo comandado por el doctor Marco A. Bracho quien se ha trazado la noble tarea, de apoyar a las mujeres presas por delitos menores, quienes compurgan sentencias exageradas. Cuando ellas no han sido precisamente las protagonistas del ilícito, muchas de ellas embarazadas, con hijos otras, en fin una verdadera cruzada que podría redundar en el buen fin proyectado pues ¡el principio ya lo tiene!
Apoya pues la “Cruzada del Voto” y el de las mujeres presas “fuera de las cárceles”, ambas son benéficas para todos, no desperdicies la oportunidad que está en tus manos. Aprovéchala.
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