Cansada de ser víctima de la inseguridad, la sociedad mexicana se ha lanzado a las calles para demandar a los tres niveles de Gobierno que cumplan con su responsabilidad: garantizar la seguridad de sus habitantes, desde su integridad física como su patrimonio.
La mega marcha “Iluminemos México”, que se realizó hace más de una semana en el Distrito Federal y en gran parte de los Estado, incluyendo a la capital de Tamaulipas, con un grito sonoro “ya basta a la inseguridad”, fue una segunda expresión de una sociedad agraviada por los delincuentes, que no respetan estratos sociales y lo mismo asaltan, matan, violan, roban y secuestran a gente de dinero que a personas humildes.
La primera expresión de reclamo, como se recordará, motivó que por primera vez en la historia se reunieran el Presidente de la República y todos los gobernadores, incluyendo al arrogante jefe del Distrito Federal, así como a representantes del Poder Judicial y Legislativo, que firmaron el Acuerdo Nacional de Seguridad, con 75 compromisos.
Todavía se escucha en todos los rincones, como un eco en la conciencia de los gobernantes, el reto que en esa reunión lanzó el empresario Alejandro Martí, víctima también de la delincuencia que secuestró y asesinó a su hijos, Fernando, quien dijo a los hombres del poder: “sino pueden frenar la inseguridad renuncien, porque cobrar sin cumplir con su responsabilidad es corrupción.
Las 14 agrupaciones que organizaron la marcha “Iluminemos México”, elaboraron un documento que entregaron el Presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, donde proponen la creación del Instituto Ciudadano para la Prevención Social y Seguridad Pública y que semestralmente haga una evaluación de los resultados en la lucha en contra de la delincuencia.
La propuesta fue hecha con una consigna: Si fallan los Procuradores y los Secretarios de Seguridad Pública, que renuncien.
Aquí en Tamaulipas, hace más de una semana, el Procurador General de Justicia del Estado, José Guadalupe Herrera Bustamante, adelantándose a dichos reclamos, anunció que se procedería hacer una evaluación de todas las áreas de investigación y procuración de justicia, con la advertencia de que los que no cumplan tendrán que irse.
En este mismo espacio, en la colaboración que titulamos “Cuidado con los Remedios”, expusimos que tales acciones eran un buen paso, pero insuficiente sino se transparentaban los mecanismos de evaluación para que la sociedad puedan comprobar quien cumple y quien está fallando.
Con las propuestas hechas por los organizadores de la marcha mencionada, que seguramente van aplicarse en todo el país y reconociendo el compromiso del gobernador, Eugenio Hernández Flores, de combatir la inseguridad en Tamaulipas, creemos que el Procurador de Justicia, José Guadalupe Herrera y el secretario de Seguridad Pública, José Ives Soberón, tienen un gran reto por delante y están obligados a dar resultados.
¿Por qué están obligados a dar resultados? Porque su trabajo también será evaluado y no solamente el de sus subalternos. Eso significa que la cuerda no se romperá, como es ya costumbre, por lo más delgado, entre los mandos inferiores y perras flacas.
La sociedad tendrá bajo la lupa a Procuradores y Secretarios de Seguridad Pública, con la consigna: sino pueden renuncien. El secretario de Seguridad del Gobierno Federal, Genaro García Luna, ya aceptó el reto, con el reconocimiento “lo que no se mide no sirve”
En Tamaulipas necesitamos escuchar el compromiso del Procurador como del Secretario de Seguridad: aceptar ser evaluado y dispuestos a renunciar si no hay resultados.
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