Cd. de México.- Entre 2003 y 2012 en el Malecón de Tajamar, ubicado en Cancún, Quintana Roo, se inyectaron más de 618 millones de pesos a través del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), pero fue en la administración del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa en la que se invirtió 93% de los recursos públicos que permitieron las obras de urbanización del lugar.
Justo en el periodo en el que se construyeron vialidades, se introdujeron servicios como drenaje sanitario y pluvial y se logró la electrificación y el alumbrado público, el presidente panista Felipe Calderón encabezaba y presumía los trabajos internacionales en favor del medio ambiente al presidir la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2010, conocida como COP16, en Cancún.
Con la inversión de 578 millones 392 mil 540 pesos, Calderón Hinojosa puso la lápida del Malecón de Tajamar, entre 2007 y 2012.
Documentos oficiales a los que acceso EL UNIVERSAL muestran que fue en la administración de su antecesor panista Vicente Fox cuando inició el proyecto, pues entre 2003 y 2006 se destinaron 40 millones 363 mil 827 pesos, mientras que en los primeros dos años del gobierno de Enrique Peña Nieto los recursos inyectados fueron más de 16.9 millones de pesos.
La autorización se realizó mientras el director general de Fonatur era John McCarthy (2000-2006), a través del registro del “Programa de obras de la CIP Cancún” en la cartera de Programas y Proyectos de Inversión de la Secretaría de Hacienda. Estos registros para la urbanización del predio detallan que se realizaba “con el propósito de generar condiciones para conectar el desarrollo de la zona urbana con la hotelera de Cancún”.
En julio de 2005, tras gestionarse los permisos ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, cuyo titular entonces era José Luis Luege Tamargo, la dependencia otorgó la autorización de impacto ambiental para las obras de urbanización, y el 11 de febrero de 2009 se gestionó la ampliación del permiso, siendo titular de Fonatur, Miguel Gómez Mont.
El cambio de uso de suelo de terrenos forestales se avaló en 2006, y se amplió la vigencia de esa autorización en 2011. La Secretaría de Turismo y Fonatur aseguran que el proyecto tiene beneficios económicos, como el incremento de la oferta inmobiliaria.
En términos ambientales, la dependencia argumenta que el malecón permitirá atender la necesidad de espacios públicos y áreas verdes.