Cd. de México.-
En el basurero de Cocula no hay evidencias científicas de un incendio de la magnitud y la duración necesarias para poder incinerar los cuerpos de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, el 26 y 27 de septiembre de 2014, por lo que no se sostiene la hipótesis que defiende la Procuraduría General de la República (PGR), que se basa en los testimonios de los inculpados, advierte un nuevo peritaje elaborado por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
El dictamen concluye que el basurero de Cocula ha sido escenario de múltiples incendios intencionados con distintos focos o epicentros desde el año 2010, los cuales alcanzaron diferentes intensidades y duraciones, por lo que en la zona se recolectaron miles de restos óseos de personas y animales que estaban mezclados, que mostraban distintos grados de exposición al fuego, es decir, que había fragmentos de huesos que fueron afectados en más de una ocasión por dos o más incendios.
Los peritos argentinos explican que en la zona del basurero de Cocula se encontraron restos óseos de hasta 19 personas distintas mediante la identificación de los fragmentos de huesos, dos de las cuales presentaban prótesis dentales elaboradas con cerámica, por lo que no corresponden a los normalistas desaparecidos.
La PGR respondió que el caso no está cerrado y que el documento que recibieron ayer de los forenses argentinos será analizado por el Ministerio Público de la Federación.
Recordó que existe el acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de realizar un tercer peritaje en el que se deben establecer de común acuerdo: los objetivos y las condiciones para efectuarlo, la decisión sobre los perfiles y la elección definitiva de los peritos y la forma en que se realizará el estudio.
Tras escuchar el reporte del equipo argentino, los padres de los normalistas exigieron a las autoridades que dejen de insistir en que fueron incinerados y que se castigue a los funcionarios que defendieron esa hipótesis por encima de las evidencias.