Cd. de México.-
Los nutrientes básicos para las funciones vitales de la madre y el desarrollo del bebé durante el embarazo son fundamentales y contribuyen a evitar en su momento la obesidad infantil, informaron expertos en salud en este ámbito.
El director del Hospital Materno Infantil, José Rojas Serrato, señaló que aunque siempre ha existido la idea de que una mujer embarazada debe comer más de lo habitual, hay que prestar atención tanto a la cantidad como a la calidad de los alimentos.
Explicó que las mujeres que inician su embarazo con un peso acorde a su persona deberían ganar alrededor de un kilo mensual en el segundo y tercer trimestre del embarazo.
Asimismo, durante el segundo trimestre las embarazadas deben empezar a aumentar gradualmente su alimentación, refirió.
Indicó que durante la lactancia las mujeres necesitan un poco más de calorías extras que en el embarazo y más proteínas, calcio, zinc, vitamina A, vitamina C y ácido fólico.
Deben recibir una alimentación que les permita producir suficiente leche para amamantar al niño y que éste crezca sano, por ello debe aumentar las cantidades de alimentos especialmente la leche o queso, carne o huevo, vegetales verdes, amarillos y frutas.
Sin embargo, refirió que en sí necesitan comer bien a lo largo de su vida, pero sobre todo cuando están en edad fértil, cuando planean tener un hijo, están embarazadas o en período de lactancia.
Rojas Serrato indicó que si las mujeres se alimentan de forma saludable, tienen mayores posibilidades de mantenerse vigorosas y activas, de tener hijos sanos y una lactancia satisfactoria.
Informó que el Hospital Materno Infantil destina un presupuesto anual superior a cuatro millones de pesos para el funcionamiento del servicio de alimentación balanceada para las pacientes, que incluyen desayunos, comidas, cenas, dietas líquidas y colaciones.
En el nosocomio a su cargo, que elabora más de 140 mil raciones anuales, dijo, se concientiza a las pacientes sobre la necesidad de que todas las mujeres en edad reproductiva o en gestación se responsabilicen de seguir las recomendaciones alimenticias.
Entre las sugerencias están utilizar sal yodada al cocinar los alimentos, ya que las mujeres con un déficit de yodo cuando quedan embarazadas, corren el riesgo de tener un hijo con daño mental y físico, entre otros.
Asimismo, si la mujer tiene muy bajo peso al inicio del embarazo o se desnutre durante el mismo, es más probable que su hijo tenga un bajo peso al nacer, señaló el especialista.
También tener bajas reservas de micro nutrientes, lo que puede provocar enfermedades como la anemia, acotó.
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