Siempre me ha gustado más el símbolo de sumar, lo prefiero por el de restar y, mejor aún, por el de dividir; ahora que si lo apoyamos con el de multiplicar, los resultados positivos serán invaluables.
Una ecuación matemática perfecta; sumar y mutiplicar por encima de restar y dividir, sentido común, pues, lamentablemente el menos común de los sentidos… sobre todo en muchos políticos.
¿A quién le beneficia una sociedad civil enfrentada con su gobierno legítimo?
La respuesta es simple, a los que generan el caos social y por ende son los grandes “beneficiados” cuando los llaman para apagar un fuego que ellos mismos propiciaron.
Es una realidad que muchas acciones del gobernador Jaime Rodríguez no necesariamente han sido para cumplir sus compromisos de campaña y aquellas realizadas no fueron “vendidas” positivamente entre la ciudadanía; que esperaba resultados inmediatos a problemas ancestrales.
No podemos responsabilizar a los ciudadanos exigentes y críticos, ya que ellos compraron en oferta lo que les “vendieron” la solución “fast track” a sus anhelos; como tampoco podemos culpar, al menos por ahora, al equipo estatal, ya que está plenamente demostrado que fueron rebasados por la magnitud de la herencia recibida. Pareciera que no la vieron venir.
Ambos están bien; pero ambos están mal.
Una sobreoferta de promesas electoreras y de fácil aceptación ciudadana inundó las redes sociales, previo a la elección del año pasado, lo que generó una expectativa social muy por encima de la capacidad de dar resultados para el nuevo gobierno, al menos en un futuro inmediato.
La Tenencia vehicular sigue existiendo, los estudiantes y los ciudadanos de la tercera edad, siguen pagando el transporte urbano, la inseguridad sigue rebasando niveles aceptables, tampoco se ha realizado ninguna acusación formal contra nadie de los funcionarios del gobierno anterior.
La gente empieza a enfrentar por diversos medios a un gobierno legítimo que llegó al poder al vencer al otrora todopoderoso binomio PRI y PAN; que se muestra disperso y desorientado y parece no entender que si uno de sus logros en campaña fue “venderse” como “políticamente incorrecto”, ahora lo que se ocupa es todo lo contrario.
¡Un gobierno “Social y Políticamente Correcto”.!
Cuando el Gobierno de Nuevo León juega a las vencidas con los Medios de Comunicación, Congreso del Estado, partidos políticos, Iglesia católica y otros grupos sociales, ¿a quién beneficia?
Obvio que a las “poderosas” minorías, que es donde precisamente radican los grupos delincuenciales que se frotan las manos azuzando todo movimiento en contra de las autoridades de todos los niveles; y vaya que tienen tiempo, dinero y muchas ganas.
Las campañas políticas ya pasaron, ahora la tarea de gobernar es “convencer” y NO “vencer” a grupos sociales, empresariales y políticos; urge bajarle varias “rayitas” al encono y la arrogancia y que el gobernador haga una de las cosas que ya demostró sabe hacer: persuadir e involucrar a los ciudadanos en metas comunes.
Hechos tan lamentables como el motín en el penal del Topo Chico, nadie puede soslayarlo, ya que ha sido uno de los más sangrientos a nivel mundial y que estuvo fuera de control social y mediático largas horas por una ausencia en la estrategia.
Conviene recordar que los hechos predecibles pero desatendidos en este penal, se posicionaron en el “Top Ten” mundial al situarse en la sexta posición por el número de víctimas, sólo superados por el de Carandiru, en Brasil, cuando en 1992 arrojó 111 muertos; seguido por el de Sabaneta, en Venezuela, que en 1994 registró 108, mientras que en 1995, en Serkadi, Argelia, hubo 100 reos que perecieron, por citar algunos.
No hay duda, las exigencias de los ciudadanos en Nuevo León tienen prisa y parece que muchos funcionarios del nuevo gobierno no lo han visualizado así, mientras que los que se quedaron en cargos operativos, parecen gozar con el escenario de crisis, mismo que los convierte en necesarios.
Es obvio que las condiciones en la entidad del noreste mexicano ocupan menos “Bronco” y más a Jaime Rodríguez y un equipo compacto, receptivo y sensible al estado de cosas actual, menos arrogancia y más resultados en ambos sentidos le vendría bien.
En época de crisis más comunicación y una mejor comunicación, ha sido la mejor medicina en sociedades enfermizas en las que la violencia familiar y social, ha sabido ganarse espacios por encima de la tolerancia y el respeto.
Es tiempo de formar una Gran Alianza entre el Gobierno de Nuevo León y la sociedad, porque no olvidemos que en muchas entidades millones de mexicanos nos siguen viendo con lupa, y si fracasa el primer Gobierno Independiente en la historia, ahora si que..
¡Sálvese el que pueda!
Discussion about this post