Reynosa, Tam.- Amílcar Fabián Carrizales, el hombre que la tarde del pasado jueves volcó de forma espectacular su camioneta por circular en estado de ebriedad, le debe la vida a ocho bomberos y rescatistas quienes, milagrosamente, ni siquiera deberían de haber estado pasando por la carretera Ribereña al momento del percance.
Este grupo de héroes, integrantes de las direcciones de Protección Civil de Camargo y Miguel Alemán, casualmente circulaban por la carretera Ribereña al momento del accidente y no dudaron en detenerse para ayudar al lesionado.
Los primeros que llegaron a la escena y -de hecho- presenciaron el momento en que el cuerpo de Carrizales voló por el aire, fueron Eduardo Raúl Rodríguez Cuéllar, director de Protección Civil en Camargo, Tamaulipas y sus compañeros: Eduardo Raúl Rodríguez Vázquez, Juan Carlos Rodríguez Vázquez y Efrén Manzano Moreno.
Rodríguez Cuéllar explicó que al momento de la volcadura venían llegando a Reynosa a donde acudieron para comprar unas llantas para los vehículos de la corporación y fue cuando vieron cómo la pick up Silverado color blanco de Carrizales salió dando vueltas de la carpeta asfáltica.
El rescatista expresó que en sus más de 30 años de experiencia, esta es la primera vez que ve a una persona salir disparada de un vehículo y quedar vivo.
“Cuando vi el accidente pensé éste muchacho no la va a librar por la forma en la que salió volando”, indicó.
Precisó que en lo personal no se considera un héroe, pues el intentar salvar vidas es parte de su trabajo y vocación, por lo que está contento de que el hombre haya logrado salir sólo con golpes y una fractura en la pierna.
Quienes también llegaron a ayudar al momento del accidente, fueron Jesús Orozco y Juan Reyes, integrantes de la Dirección de Protección Civil de Miguel Alemán, quienes iban de regreso a su municipio después de haber trasladado a una persona enferma al IMSS de Reynosa.
Ellos fueron pieza fundamental en el rescate del cuerpo de Carrizales y su traslado al hospital donde hoy lo reportan como delicado, pero con posibilidades de poder salir adelante.
En esta historia hay otros dos héroes cuya identidad se desconoce, un médico y un radiobragista, quienes también participaron en el auxilio del lesionado quien bien podría decir que le debe la vida a estos ocho “ángeles de la guarda”.
Escuche el testimonio de Rodríguez Cuéllar aquí:
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