Reynosa, Tam/ MEDIA HORA.-
El sueño de la paz laboral en Reynosa terminó en pesadilla, tras el grito de justicia de 400 obreros de la maquiladora Johnson Controls, quienes acusaron a la empresa y el sindicato de haberlos “mercadeado” en el traspaso de la compañía a Visteon.
Ayer, la bandera rojinegra ondeó por segundo día consecutivo a un costado de la planta, que se vio obligada a suspender por completo sus operaciones ante la presión de los inconformes.
Desde las 15:45 horas del lunes, cuando estalló la huelga en la planta, la petición de los trabajadores es la misma: ser indemnizados como Johnson Controls y firmar un contrato colectivo con la nueva empresa, cuya razón social Cardplastic A.C, aseguran, aún no se establece legalmente.
“Estamos pidiendo la liquidación, si la nueva empresa nos quiere volver a contratar, firmamos un nuevo contrato colectivo, bien estipulado, en tiempo y forma con los estatutos que ellos quieran y si a nosotros nos conviene seguimos adelante”, señaló Julián Ramírez de Luna.
“Johnson ya se deslindó ahorita los que nos responden es Visteon, que es el nombre de la empresa, pero la razón social es Cardplastic, que a nuestro buen entender por informaciones verídicas la razón social no ha quedado asentada dentro de lo legal”, añadió.
Refugiados en toldos y portando playeras rojas en señal de huelga, los cientos de inconformes ya advirtieron que “no nos vamos a mover de aquí hasta que nos solucionen”.
El lunes por la tarde, lo que parecía una respuesta a su petición, Miriam de Jesús Páez Hernández, inspectora de la Secretaría del Trabajo estatal, acudió verificar la situación. Y aunque en un inicio les auguró buenos resultados, tras sostener pláticas con la empresa cambió de parecer, acusaron los inconformes.
“Aquí nos dijo que era favorable, que era muy favorable la demanda que estábamos haciendo, pero al momento que la abordan las autoridades cambia de parecer”, señaló Ramírez de Luna.
La rebelión de los trabajadores están siendo dirigida por los propios empleados, quienes desconocieron a su sindicato, liderado por Javier Hernández, por considerar que “se vendió” a la compañía.
“No sabemos en dónde está el presidente del sindicato. El domingo nos convocaron a una cita con el presidente del sindicato, que ahorita ni sus luces, no se aparece el señor. Los delegados allá están atrincherados adentro, en vez de estar con nosotros están contra nosotros”, acusó el vocero de la comisión de trabajadores.
Por su parte, el apoderado jurídico del Sindicato de Maquiladoras, David Gómez Hernández, enfatizó que la compra-venta de Johnson “está sustentado y tiene todas las bases para que nosotros como sindicato aprobemos una acción de ese tipo porque está ajustada a derecho”.
Gómez Hernández calificó de “anómala y arbitraria” la situación que se vive actualmente en la planta de la empresa americana por atentar contra los derechos de la empresa y aseguró que los trabajadores están siendo “malinformados por grupos partidarios que carecen de moral”.
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